La Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) ha acogido un encuentro de intercambio de experiencias innovadoras en educación en Latinoamérica. Entre ellas las que promueven Alejandra Carolina López (i) en la región colombiana de Bolívar; el director de Formación Continua del Ministerio de Educación de Ecuador, Sebastián Insausti (c); y la representante de la asociación Lupaz de Colombia, Luz MMary López. EFE/Raquel Manzanares

Formar a docentes y la alimentación escolar, ejemplos de I+D educativa en Iberoamérica

Logroño, (EFE).- La diversidad de Iberoamérica hace que haya situaciones muy diferentes en el ámbito educativo, pero todos los países de la región están interesados en proyectos de innovación con objetivos comunes: reducir el abandono escolar y estandarizar los modelos educativos, para lo que se incide en la formación de los docentes y en apoyar la alimentación en las escuelas.

Para ello, se desarrollan diferentes proyectos, como ejemplo, el apoyo a la alimentación de alumnos en zonas de colombia y mejorar la formación de profesores en Ecuador, que son dos de los casos que se exponen en una cumbre convocada en Logroño por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

Una treintena de líderes educativos de Colombia, Ecuador, Perú y Panamá, fundamentalmente, participan en este foro de intercambio de buenas prácticas en Educación Primaria para “un enriquecimiento mútuo” en temas comunes como el bienestar emocional en los centros educativos y la formación en competencias digitales, ha explicado este jueves a EFE el director ejecutivo de UNIR, Javier Galiana.

Menús con enfoque étnico

Uno de estos proyectos es el que ha expuesto Alejandra Carolina López, secretaria de Educación del departamento colombiano de Bolívar, donde han tratado de luchar contra el abandono escolar a través de una estrategia de alimentación escolar.

De forma específica, ha detallado a EFE, comprobaron que, en una comunidad “raizal y palenquera” de esta región, los niños dejaban los estudios por la imposibilidad de las familias de darles dinero para que comprasen alimentos en sus horarios escolares.

Así, hace cuatro años, se involucró en este proyecto a familias, docentes, directivos de escuelas y estudiantes y “ya hemos logrado concertar y diseñar el primer menú de este programa, que tiene un enfoque étnico diferencial”, ha añadido.

Este programa ha permitido reducir el abandono escolar en esta comunidad en tres puntos durante los últimos dos años, en los que se ha dado prioridad a los niños más pequeños, de 5 y 6 años, aunque “no hemos conseguido una cobertura total, estamos en el 60 por ciento”.

Pero, aún así, ha considerado que los resultados obtenidos demuestran que “esta idea puede trasladarse a otros territorios de Hispanoamérica en los que existan las mismas condiciones de vulnerabilidad asociada a la pobreza y al hambre”.

Lograr buenos profesores

Otro ámbito de la innovación educativa que se ha expuesto ha sido el de la formación de los docentes, un proyecto en el que se ha embarcado el Gobierno de Ecuador, que quiere fomentar “una verdadera transformación” de la educación en los próximos años, ha explicado a EFE el director de Formación Continua del Ministerio de Educación de este país, Sebastián Insausti.

Ha incidido en la importancia de “mejorar el currículo” de los estudiantes “y también las competencias y destrezas de quienes les están formando”.

Para cumplir ese objetivo, “no pensamos solo en las habilidades fundacionales”, que son matemáticas y comprensión lecto-escrita; “sino que queremos desarrollar las competencias docentes” y, para ello, han detectado cinco básicas: las didácticas, las pedagógicas, la socioemocionales, las digitales y las disciplinares.

“Es evidente que para que haya buena educación hay que intentar tener buenos profesores y que tengan actualizadas sus competencias”, ha subrayado Insausti, quien espera que “en 2025 ya esté apuntalado un sistema de estándares educativos para 165.000 docentes ecuatorianos”.

Una educación en paz

Lción” de alumnos al sistema educativo colombiano, promovido entre las comunidades que firmaron el acuerdo de paz entre el Gobierno de ese país y la guerrilla de las FARC en 2016, es otro de los proyectos explicados durante este encuentro.

Luz Mary López, miembro de la Asociación Lupaz (Lugares para Soñar, Lugares para la Paz) y del Consejo Nacional de Reincorporación Comunes de Colombia, ha detallado a EFE que este proyecto comenzó “solo con cuatro niños, pero en poco tiempo eran cien”, dentro de un territorio en el que vivían 396 familias y en el que las mujeres iniciaron un proceso para crear un centro comunitario de cuidado para sus hijos.

“Pero eso llegó después a convertirse en lo que es hoy una modalidad intercultural propia para hijos e hijas de la paz”, que ya está en 21 departamentos del país y atiende a más de 1.300 niños, entre “los que consolidamos la cultura de paz”, ha subrayado.