Cristina Magdaleno Galdona |
Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- Los trasvases de petróleo ruso en alta mar que se han realizado cerca de Ceuta y de Canarias son un “riesgo medioambiental por el peligro de vertidos que suponen”, ya que en ellos se utilizan embarcaciones antiguas que probablemente no tengan los estándares de seguridad actualizados, según el director general de la Marina Mercante, Benito Núñez.
En una entrevista con EFE, Núñez ha reconocido que el margen de actuación de España, la Unión Europea y el resto de organismos internacionales para evitar este tipo de operaciones es “escaso”, si bien insiste en que trabajan para que “no se salgan con la suya”.
El responsable de la Marina Mercante agrega que en cualquier caso que esas operaciones se están realizando fuera de la zona económica exclusiva de 200 millas náuticas, unos 360 kilómetros, que rodea Canarias.
“Desde luego nos preocupa porque es una forma de eludir el cumplimiento de las sanciones, además de que puede suponer un riesgo medioambiental de vertidos. Estas operaciones se vienen realizando por buques más antiguos de lo habitual que sospechamos no tienen los estándares de seguridad requeridos para barcos que operan con petróleo, lo que supone un riesgo adicional”, reconoce.
En este sentido, Núñez pide que se tomen medidas en el ámbito internacional porque es un problema que se escapa al control de la jurisdicción española.
De este modo, aboga por que los paquetes de sanciones que se aprueben en un futuro en el marco de la Unión Europea tengan presente este fenómeno y contemplen además medidas contra estos buques.
También invita a la Organización Marítima Internacional, dependiente de Naciones Unidas, que adopten algunas iniciativas para limitar, “o al menos controlar”, la realización de estas operaciones “que desde luego preocupan”, si bien, admite, el margen es “limitado”.
“Creemos que hay alguna posibilidad, dentro del margen europeo, que es limitado, de establecer restricciones para que esos buques, una vez que realizan estas operaciones, no puedan luego retornar sin el crudo y hacer uso de las instalaciones de puertos europeos, por ejemplo”, ha explicado.
Salvamento Marítimo
Otra de las responsabilidades de Núñez recae en Salvamento Marítimo, que copa buena parte del presupuesto y los recursos de su Dirección General.
Preguntado por la relación actual con Marruecos y las operativas de rescate a inmigrantes, el director general recuerda que los datos han bajado considerablemente en los últimos años y asevera que la relación con el país vecino ha sido “tradicionalmente buena”.
“Las cifras en este sentido van en bajada, a pesar de que hay algún repunte puntual derivado de períodos de buen tiempo sobre todo y que sigue habiendo un flujo continuo, pero desde luego se ha reducido sustancialmente”, comenta.
Legalidad internacional
También defiende que nunca se ha dejado de entrar en aguas marroquíes para atender emergencias y que siempre lo han hecho cuando no había posibilidad de responder con los medios de Rabat, “porque es lo que obliga la legalidad internacional”.
“Nosotros no hemos cambiado la operativa porque no procede. Seguimos realizando las cosas como se han ido haciendo tradicionalmente”, esgrime.
Núñez ha dado por concluida asimismo la “conflictividad o litigiosidad” que sufría el ente, donde ha sido frecuente que sus trabajadores se quejen de falta de medios técnicos y, especialmente, humanos.
Si bien la flota técnica de embarcaciones, aviones y helicópteros con las que cuenta Salvamento es la misma, añade, se ha hecho un “esfuerzo” para dotar de más personal a aquellas embarcaciones que han tenido una mayor demanda de entrada y salida, tanto por la temporada de verano como por los repuntes migratorios.
“Se ha hecho un esfuerzo de consolidación de esas plazas y yo me atrevo a decir que la conflictividad o litigiosidad laboral en la en la sociedad esta en mínimos”, concluye.
Descarbonización
Por otro lado, Núñez destaca como principal esfuerzo de su ente y de todo el sector marítimo por alcanzar la descarbonización y reducir la cantidad de gases de efecto invernadero que emiten a la atmósfera, “pese a que el sector del transporte marítimo solo es responsable del 3 % del total de las emisiones globales”.
Sin embargo, considera que el sector no se puede mantener al margen del esfuerzo general y valora los calendarios de cumplimiento y los paquetes aprobados por la Unión Europea para que se establezcan a través de diversas normativas que afectan al transporte marítimo.
