Santiago de Compostela (EFE).- La liviana llovizna que cayó en algunos momentos de la jornada de este domingo apenas ha ayudado en la lucha contra las llamas que se libra en los municipios lucenses de Pantón y Sober, en plena Ribeira Sacra.
Al contrario que en algún otro punto de Galicia, el frente fue muy poco activo como estaba previsto en el sur de la provincia de Lugo y en su avance hacia el interior perdió aún más fuerza, por lo que apenas llovió y poco pudo el agua ayudar a controlar un incendio forestal que ya ha afectado a una superficie de unas 2.000 hectáreas.
La conselleira del Medio Rural de la Xunta de Galicia, María José Gómez, regresó esta mañana a Pantón para visitar en compañía del alcalde, José Luis Álvarez, las zonas más afectadas por el fuego en el entorno de Budián y San Román de Acedre, donde las llamas llegaron a varias viviendas y calcinaron las riberas del río Cabe en el municipio.
«Toda la gente evacuada ya volvió a sus casas y ahora estamos un poquito más tranquilos», ha afirmado el alcalde, pero advirtió que aún así sigue preocupando que vuelva a armarse el incendio. «El fuego está en el suelo y si ahora vuelve el sol, puede volver a prender. Todo el dispositivo está en alerta porque no se sabe lo que puede pasar», comenta el regidor en un mensaje publicado en la web del Ayuntamiento.
Incendio en los Cañones del Sil, en plena Ribeira Sacra
Las autoridades locales de Pantón han agradecido el trabajo de todas las personas que están colaborando en las tareas de extinción, desde los medios oficiales a personas voluntarias y vecinos que están ofreciendo su ayuda.
En este incendio que afecta a los Cañones del Sil, en plena Ribeira Sacra, está decretada aún la Situación 2 por la amenaza del fuego a las casas, de forma que los equipos de extinción mantienen la vigilancia sobre los núcleos poblacionales. Parte del término municipal de Sober también está afectado por este incendio forestal.
La pasada noche, sin embargo, ha discurrido sin nuevas evacuaciones ni confinamientos, según informó la Xunta de Galicia.
Este incendio en el sur de la provincia de Lugo es el que ha obligado a movilizar una gran cantidad de efectivos. Hasta el momento han trabajado en él, de forma acumulada, 17 técnicos, 105 agentes, 133 brigadas, 86 motobombas, 9 palas, 6 unidades técnicas de apoyo, 14 helicópteros y 12 aviones.
En los trabajos para su control y extinción también trabajan efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Posible causa del incendio
La Unidad de Investigación de Incendios Forestales apunta, como principal hipótesis, a que el foco pudiese haber comenzado como efecto de una chispa de un tren de mercancías.
Los efectos del incendio deja imágenes de desolación en lugares como Budián, donde los vecinos relatan lo ocurrido durante este fin de semana «como si fuera el fin del mundo» por los importantes daños que ha provocado el fuego.
Mari Fe, una de las residentes en la zona, afirmó a EFE que jamás pensó en ver «mi pueblo de esta manera, imposible», y ha contado que quemó «varias casas en la parte de abajo» del núcleo en el que vive.
Recordó que ya en las últimas décadas hubo incendios por las chispas del tren que atraviesa el entorno, pero ha asegurado que si le «cuentan esto digo que no es verdad; ha quedado la capilla, que ni sé cómo quedó allí en el medio».
Otros incendios en Galicia
Por otra parte, la Xunta gallega informó también de que a lo largo de la pasada noche se registró un incendio forestal en Lobios-Río Caldo, dentro del Parque Natural da Baixa Limia-Serra do Xurés, en la provincia de Ourense, y en el término municipal lucense de A Fonsagrada-O Torbo se mantiene activo otro incendio forestal que está estabilizado.
En Barreiros, municipio del norte de la provincia de Lugo, los equipos de extinción han logrado controlar el incendio en la zona de San Xusto de Cabarcos, con 140 hectáreas afectadas.
