Brasilia (EFE).- Miles de personas se han concentrado este miércoles frente a las puertas de cuarteles en Sao Paulo, Brasilia y Río de Janeiro, para exigir una “intervención militar” contra la victoria electoral del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva.
Las concentraciones, en las que los manifestantes proclaman que “autorizan” al presidente Jair Bolsonaro a llamar a las Fuerzas Armadas, fueron convocadas a través de las redes sociales por los grupos de ultraderecha que apoyan al gobernante y no reconocen la victoria de Lula en las urnas.
La consigna en todos los puntos de reunión fue la misma: “Intervención federal”, bajo el artículo 34 de la Constitución nacional, que en uno de sus puntos dice que el Gobierno central puede intervenir, si fuera necesario y por los medios posibles, para garantizar la “forma republicana, el sistema representativo y el régimen democrático”.
La excusa, según carteles mostrados por los manifestantes, fue también la misma y es que un Gobierno de Lula llevará a Brasil al “comunismo” e implantará un régimen similar al que viven países como Venezuela o Nicaragua, citados en muchas pancartas y fiel al discurso de Bolsonaro en su campaña electoral.
La protesta camionera pierde fuerza
La protesta de los camioneros que exigen un golpe militar frente a la victoria electoral de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, se mantenía este miércoles, pero perdía fuerza en todo el país, según han informado fuentes oficiales.
De acuerdo a la Policía de Carreteras, los bloqueos persistían en unos 150 puntos de 15 de los 27 estados del país y en muchos de los casos eran sólo parciales, pues obstaculizaban pero no impedían por completo el tránsito.

El movimiento, que reclama una “intervención militar”, comenzó a perder intensidad después de que el presidente Jair Bolsonaro, líder de la ultraderecha, terminó de admitir su derrota al determinar que el Gobierno inicie el proceso de transición con el equipo de Lula.
De todos modos, pequeños grupos de camioneros mantenían algunos bloqueos, algunos manifestantes hicieron “vigilias” la pasada noche frente a cuarteles del Ejército y han convocado a algunos actos similares para este miércoles, festivo en Brasil por el Día de los Muertos.
Bolsonaro desautoriza a los camioneros
Bolsonaro se pronunció sobre el resultado de las elecciones este martes, unas 45 horas después de que el escrutinio oficial sentenció la victoria del líder progresista por un muy estrecho margen de 1,8 puntos porcentuales.
Mientras Bolsonaro estuvo en silencio, sus simpatizantes más ultras iniciaron el movimiento que exige a las Fuerzas Armadas un golpe militar, que “clausure” el Parlamento y la Corte Suprema pero mantenga al actual gobernante en el poder.

Sin embargo, los golpistas fueron desautorizados por el propio Bolsonaro en su pronunciamiento, pese a que dijo que el “movimiento popular” era “fruto de la indignación y el sentimiento de injusticia por cómo se dio el proceso electoral”.
Aún así, Bolsonaro afirmó que “las manifestaciones pacíficas siempre serán bienvenidas”, pero reforzó que sus métodos “no pueden ser los de la izquierda, que siempre perjudicaron a la población, como la invasión de propiedades o la destrucción de patrimonio”, y subrayó que nadie puede impedir “el derecho de ir y venir”.
Edición web: Juan David Mosos