El presidente de Chile, Gabriel Boric, en una fotografía de archivo. EFE/Isaac Esquivel

Boric busca destrabar los diálogos constituyentes y defiende un “acuerdo imperfecto”

Santiago de Chile (EFE).- El presidente de Chile, Gabriel Boric, buscó este miércoles destrabar las negociaciones para convocar un nuevo proceso constituyente iniciadas hace tres meses y dijo que “es preferible un acuerdo imperfecto que no tener acuerdo”.

Boric se abrió a la posibilidad de que el órgano que redacte la nueva propuesta constitucional no esté integrado solo por ciudadanos elegidos en las urnas, como defienden las coaliciones con las que gobierna, Apruebo Dignidad (izquierda) y Socialismo Democrático (centroizquierda).

“Para la actual oposición es importante tener una convención mixta, en donde existan expertos designados por el Congreso (…) No es lo que a nosotros como alianza de Gobierno nos gustaría”, aseguró.

Sin embargo, apuntó el mandatario, “tengo la convicción de que es preferible un acuerdo imperfecto que no tener acuerdo”.

Las fuerzas políticas negocian desde el plebiscito del pasado septiembre, cuando una mayoría rechazó la nueva Constitución, la hoja de ruta del nuevo proceso.

Un hombre marca un voto en el plebiscito constitucional chileno, en una fotografía de archivo. EFE/Rodrigo Sura
Un hombre marca un voto en el plebiscito constitucional chileno, en una fotografía de archivo. EFE/Rodrigo Sura

Aunque los diálogos se han intensificado en las últimas horas, el nudo principal sigue siendo el tipo de órgano redactor.

En la promulgación de su primera Ley de Presupuestos, Boric reconoció que la negociación “está extendiéndose más de la cuenta” e indicó que “los ciudadanos requieren certezas”.

“Tenemos que demostrar que la política sigue valiendo la pena, que la democracia es la manera de resolver nuestras diferencias”, añadió el gobernante, quien la víspera volvió a referirse al proceso constitucional y pidió a los partidos llegar a un acuerdo “esta semana”.

El revés del plebiscito constitucional

El 62,5 % de los chilenos rechazó el pasado 4 de septiembre, la propuesta constitucional redactada por una convención de mayoría progresista e integrada por ciudadanos independientes, sin afiliación a partidos políticos, con paridad entre hombre y mujeres y escaños reservados a indígenas.

Pese al rechazo al documento, que declaraba a Chile un “Estado social de derecho” y era uno de los más vanguardistas del mundo en materia de lucha contra la crisis climática e igualdad de género, existe consenso en la necesidad de sustituir la Constitución actual.

Chile inició el proceso constituyente como la vía política para amainar una masiva ola de protestas por la igualdad que comenzó en 2019 y dejó una treintena de fallecidos y miles de heridos.