Zagreb, (EFE).- El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, inició este jueves con sendas paradas en Viena y Zagreb la serie de visitas previstas para escuchar la posición de los lideres europeos en asuntos que se negocian en la UE con la intención de avanzar o cerrar acuerdos durante la presidencia española comunitaria.
Esa presidencia, que ostentará España en el segundo semestre del año, la afronta con “ambición” para culminar cuestiones que se están negociando y consciente, en palabras del propio Sánchez, de que genera muchas expectativas.
Una situación derivada de que la presidencia se asume casi al final del mandato del actual Parlamento Europeo, que se renovará en mayo de 2024, y apremia el tiempo para que se conviertan en realidad compromisos contraídos para este periodo.
Un ejemplo de ello es el Pacto de Migración y Asilo, que se pretende cerrar en el tiempo que queda hasta entonces aunque se asume que tal y como están las negociaciones en el momento actual va a ser muy difícil.

El Gobierno español, aunque reconoce que persisten posiciones que bloquean por ahora el acuerdo, está dispuesto a intentarlo y desea saber la opinión de sus homólogos europeos antes de hacerse el 1 de julio con la presidencia de la UE.
Por ello, además de exponer sus prioridades, Sánchez quiere escuchar esos puntos de vista en la ronda de viajes que en los próximos meses le va a llevar a una quincena de capitales europeas.
Diferencias con Austria
La gira la ha comenzado este jueves en Austria y Croacia, proseguirá el viernes en Eslovenia y la siguiente etapa, aún sin fechas concretas, le llevará a Irlanda, Dinamarca y Finlandia.
En su primera parada en Viena la reunión con el canciller austríaco, Karl Nehammer, ha servido para abordar ya el pacto migratorio, una cuestión ante la que España y Austria han venido evidenciando sus diferencias.
La última de ellas se plasmó en la reunión del Consejo Europeo de Bruselas la pasada semana, cuando Austria defendió la instalación de vallas en las fronteras exteriores de la UE financiadas con fondos comunitarios, una propuesta que España no ve con buenos ojos.
Sin embargo, Sánchez y Nehammer, en una comparecencia conjunta, explicitaron su compromiso de trabajar en favor del consenso pese a reconocer sus diferencias en determinadas cuestiones de este debate.
El presidente del Gobierno elogió la posición “constructiva” de Austria y el canciller consideró que España puede aportar su experiencia en este problema y asumió que necesita apoyo del resto de la UE al igual que otros países como Italia, Bulgaria o Rumanía.
A la vez que defendió la protección de las fronteras, compartió la tesis de España de que hay que llegar a acuerdos con los países de origen y tránsito de la migración para estabilizarlos y “darles perspectivas”.
Horas después, en su parada en Zagreb, Sánchez abordó este asunto también con el primer ministro croata, Andrej Plenkovic, y dijo que aspira a lograr un acuerdo que no divida a Europa entre los países de primera entrada de la migración irregular y los que no lo son.
Pero no sólo habló de migración en sus encuentros de Viena y Zagreb, sino que se abordaron otras cuestiones como la guerra en Ucrania y sus consecuencias económicas y sociales, la necesidad de seguir avanzando en la reforma del mercado eléctrico y la reindustrialización verde de la UE.
También del debate en torno a las reglas fiscales, la nueva gobernanza económica y la necesidad de que Europa refuerce sus alianzas con otras regiones como América Latina y el Caribe o los de la vecindad sur.
Esperanza en Ucrania
Ante la situación en Ucrania, Sánchez, en una conversación informal con los periodistas que cubren su gira europea, subrayó que es vital mantener la unidad de la UE ante la invasión rusa y trabajar para que otros países que no forman parte del club comunitario respalden también el plan de paz presentado por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Asume que no parece que vaya a abrirse paso de forma inminente una negociación para que la guerra llegue a su fin, pero tiene la esperanza de que pueda acabar este año.
Sánchez acaba esta jornada con el compromiso de Austria y Croacia de que colaborarán en que la presidencia española de la UE sea un éxito y da por hecho que Eslovenia se sumará también a ese apoyo en la reunión que mantendrá este viernes con el primer ministro del país, Robert Golob, en la que será la tercera etapa de su gira europea.
Se prevé que Italia forme parte próximamente de ella, pero no Hungría, el socio más crítico con muchas políticas de la UE, el más cercano a Moscú y que se opone a las sanciones a Rusia pesar a haber avalado las medidas contra ese país adoptadas por Europa.
Próximos viajes en marzo y abril
No hay fechas aún para los siguientes viajes, que se pretenden concentrar en marzo, abril y junio, porque mayo es más complicado debido a que la agenda está más condicionada por las elecciones municipales y regionales en España.
Pero sí se sabe ya, a la espera de concretar cuándo, que en el siguiente desplazamiento irá a Irlanda, Dinamarca y Finlandia.
Tanto en el viaje de esta semana como en los que realizará próximamente, Sánchez pretende escuchar las posiciones de los socios ante asuntos que están en la agenda de la UE y, de forma especial, los que se aspiran a acordar antes de las próximas elecciones europeas de mayo de 2024.
Entre esas negociaciones pendientes están las que tienen como objetivo lograr un Pacto de Migración y Asilo, una meta para la que el Gobierno español asume que el camino que queda por recorrer es bastante complicado.
Presidencia española de la Unión Europea
Sánchez quiere desempeñar un papel de impulsor de esa y otras cuestiones que estén pendientes, como el fortalecimiento de la autonomía estratégica de la Unión Europea.
Durante la presidencia española habrá una cumbre de líderes en Granada (sur de España) en octubre, en la que se pretende avanzar en esa autonomía, y la víspera los Veintisiete se reunirán con los países europeos que no forman parte de la UE.
A ello se sumará una cumbre UE-América Latina y Caribe en Bruselas en julio, cuya celebración ya es considerada como un éxito por parte del Gobierno de España tras casi ocho años sin convocarse.
De todo ello hablará Sánchez en su gira, en la que también estará muy presente el mercado energético y cómo seguir ayudando a Ucrania a la espera de la evolución de la situación provocada por la invasión rusa.