Naciones Unidas (EFE).- El Enviado de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio, Tor Wennesland, dijo este viernes sentirse “indignado por las constantes provocaciones” de los colonos israelíes y el hecho de que “no rindan cuentas por sus acciones violentas”.
En una declaración emitida hoy de un tono inusualmente duro -y que se aleja de la tradicional equidistancia de la ONU-, Wennesland se refiere al ataque de unos colonos contra el poblado palestino de Huwara en la Cisjordania ocupada, que terminó con la muerte a tiros de un civil palestino.
“Israel -dijo el enviado- debe garantizar la protección de la población civil, y que los perpetradores (de un ataque) responden por sus actos”, y pidió a sus líderes que “paren este ciclo insensato de violencia”.
La ONU ya se había pronunciado
Wennesland ya ha hecho en el pasado referencia a la actitud violenta de los colonos, muchos de ellos de línea ultraderechista, pero generalmente en comunicados donde reparte las culpas en un difícil ejercicio de equidistancia del que hoy se ha apartado.
Cisjordania e Israel viven su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-05) y este 2023 ya han muerto 203 palestinos en el marco del conflicto palestino-israelí, la mayoría milicianos en enfrentamientos armados con tropas israelíes y atacantes, pero también civiles, incluidos 37 menores.
A su vez, los ataques contra israelíes por parte de palestinos -ya sea de miembros de grupos armados locales que van proliferando como a título individual- han aumentado en gran medida, así como las agresiones por parte de colonos judíos de línea ultraderechista.
Del lado israelí ha habido 32 muertos, la mayoría colonos, cinco de ellos menores y 4 uniformados.
