Saná (EFE).- La Marina británica alertó este lunes de un nuevo ataque contra un buque frente a las costas de Yemen, el segundo en menos de 24 horas, que ha provocado daños menores a la embarcación, cuya tripulación se encuentra a salvo.
La entidad de la Marina británica Operaciones Marítimas Comerciales (UKMTO) dijo haber recibido un informe de un incidente a 100 millas al este de Aden, en el Yemen, en el que el capitán del barco ha asegurado que ha habido una explosión cerca del buque.
Asimismo, apuntó que se produjo una segunda explosión, esta vez en el aire, que provocó “daños a la pintura” y dejó restos de metralla en la embarcación.
“El buque y la tripulación se encuentran bien y a salvo y se dirigen al siguiente puerto de escala. Las autoridades están investigando”, señaló la Marina británica.
Los hutíes no han reivindicado la autoría
Hasta el momento, se desconocen los detalles del barco y los rebeldes chiíes hutíes no han reivindicado la autoría de esta acción.
Otro ataque ayer
Ayer, los hutíes atacaron un barco de propiedad británica y de bandera de Belice, que se encuentra anclado y corre el riesgo de que se hunda en el golfo de Adén, afirmó este lunes el portavoz militar de los insurgentes, Yahya Sarea.
Asimismo, indicó que dicho barco, llamado “RUBYMAR”, fue atacado con varios misiles, pero toda la tripulación consiguió abandonar el buque que había partido de Emiratos Árabes Unidos
Sarea señaló que sus unidades “no dudarán” en seguir llevando a cabo “más operaciones contra todos los objetivos hostiles” en el Yemen y en apoyo al pueblo palestino tanto en el mar Rojo como en el mar Arábigo.
Operación Aspides
Precisamente hoy, los ministros de Exteriores de la Unión Europea han aprobado la operación Aspides, la misión naval en el mar Rojo para proteger a los busques mercantes de los ataques de los hutíes, durante una reunión en Brusela.
Desde el pasado 19 de noviembre, los hutíes han lanzado una treintena de ataques contra buques mercantes de distintos países que transitaban por el mar Rojo, el golfo de Adén y el estrecho de Bab al Mandeb, asegurando que los navíos o bien pertenecían a Israel o se dirigían a puerto israelí.
La tensión en la zona ha hecho que las principales navieras a nivel mundial continúen ajustando sus rutas para evitar cruzar por el mar Rojo, por donde transita el 8 % del comercio mundial de cereales, el 12 % del comercio de petróleo y el 8 % del comercio mundial de gas natural licuado.