Fotografía de archivo del expresidente sudanés Omar al-Bashir. EFE/ Ahmed Yosri

El exdictador Al Bashir vive protegido por el Ejército 5 años después de su caída en Sudán

Al Nur al Zaki |

Jartum (EFE).- El 11 de abril de 2019, unas esperanzadoras protestas en Sudán acabaron con las tres décadas de dictadura de Omar al Bashir, que fue depuesto por los militares. Pero cinco años después, son ellos los que le protegen en medio de una cruenta guerra en el país.

El equipo de abogados y un familiar de Al Bashir revelaron a EFE detalles sobre cómo es la actual vida del exdictador, de 80 años y apodado el “carnicero de Darfur” por cometer atrocidades en esta región del oeste de Sudán.

Unas atrocidades por las que la Corte Penal Internacional (CPI) le acusó de crímenes de lesa humanidad y genocidio y por la que se emitieron dos órdenes de arresto en su contra.

“Las autoridades trasladaron a Al Bashir y cuatro colaboradores del hospital militar de Aliaa en Um Durman (ciudad vecina a Jartum) a una nueva ubicación” después de que escapara a la muerte dos veces al ser bombardeada su residencia por el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), que cercaron el lugar más de diez meses, afirmó a EFE Mohamed al Hasan al Amin, un miembro de su equipo defensor.

Protesta en Jartum contra el entonces presidente sudanés Omar al-Bashir, frente al cuartel general militar de la capita
Imagen de archivo de una protesta en Jartum contra el entonces presidente sudanés Omar al-Bashir, frente al cuartel general militar de la capital.EFE/EPA/STRINGER

En manos del Ejército

El próximo lunes se cumple un año del inicio de la guerra entre el Ejército sudanés y las FAR, que ha provocado la peor ola de desplazados en el mundo, con unos 8,5 millones de personas, así como cerca de 14.000 muertos, según la ONU.

En un primer momento se temía por la vida de Al Bashir entre el caos del conflicto y una venganza de las FAR, cercanas a diferentes comunidades de Darfur, pero ahora está protegido por los militares.

El abogado de Al Bashir no especificó su nueva ubicación, pero sí dijo que está “en la zona de Al Mohandesin en Um Durman”, y que está “protegido por una fuerza de la Inteligencia Militar y las fuerzas de la zona militar de Al Mohandesin”.

Fue precisamente el pasado 20 de marzo cuando fue “trasladado del hospital militar en Um Durman con su asistente Bakry Hasan Saleh; su ministro de Defensa, Abdelrahim Husein; el exministro de Juventud y Deporte Yousef Abdelfatah; además del excoronel del Ejército sudanés, Al Tayeb Al Janyar”, reveló.

Desplazados sudaneses huidos de la guerra en su país
Imagen de archivo de desplazados sudaneses huidos de la guerra en su país. EFE/EPA/Amel Pain

Esa fecha coincide con los significativos avances que logró el Ejército sudanés frente a las FAR en Um Durman, donde ya controlan gran parte de la población.

Los frentes de Al Bashir

Al Bashir estaba encarcelado en la prisión de Kobar en el norte de Jartum desde su derrocamiento en 2019 tras ser declarado culpable de enriquecimiento ilícito, entre otros cargos, mientras que tenía en marcha un juicio por el golpe de Estado que perpetró en 1989 y que le dio acceso al poder durante tres décadas.

En 2022, en su primer testimonio legal y una de las últimas veces que se le ha visto en público, reconoció “orgulloso” ser el “líder” de ese golpe, lo que podría llevar a una condena de pena de muerte. 

Un año después, fue llevado al hospital militar de Um Durman para recibir tratamiento, donde escapó a la muerte hasta en dos ocasiones por el conflicto.

El abogado detalló que “Al Bashir y sus ayudantes estaban expuestos al peligro de los proyectiles lanzados por las FAR”.

El expresidente de Sudán, Omar Hassan al-Bashir, durante su juicio en Jartum
El expresidente de Sudán, Omar Hassan al-Bashir, durante su juicio en Jartum, en 2019. EFE/EPA/Morwan Ali. EPA-EFE/Morwan AliLI

La primera vez que sobrevivió fue “cuando bombardearon la habitación en que residía, mientras se encontraba en otra en el hospital”; y la segunda cuando, mientras rezaba con otros, “un proyectil impactó en la pared que estaba detrás”.

Pese a todo el abogado indicó que no cree que se entregue a Al Bashir a la CPI “porque la decisión no está en manos de (el jefe del Ejército, Abdelfatah) Al Burhan, sino en manos del Ejército, que no va a permitir la entrega de Al Bashir porque tiene el cargo de mariscal”. 

Además, “el Ejército no necesita ahora abrir un nuevo frente adicional a la guerra que lleva contra las milicias de las FAR”, aseveró.

Sólo una comida al día durante meses: lentejas 

Un familiar de Al Bashir, que pidió el anonimato, dijo a EFE que el exdictador tomaba “sólo una comida de lentejas al día” después de que las FAR asediaran la sede y el hospital donde se encontraba, es decir, unos diez meses.

Sin embargo, aseguró que su estado de salud es “estable”, aunque “sufre inestabilidad por su alta presión sanguínea y perdió peso ante la falta de variedad de comida que sea adecuada para su condición sanitaria y su edad, 80 años”. 

Por ello, pidió a las autoridades que sea trasladado a uno de los estados seguros del norte o este de Sudán para tener “mejores condiciones de seguridad y sanitarias”.