El presidente ruso Vladimir Putin (i), el primer ministro indio Narendra Modi (c) y el presidente chino Xi Jinping (d) posan durante una reunión trilateral, en el marco de la reciente cumbre del G20 en Osaka, Japón. EFE/ Michael Klimentyev/sputnik pool/kremlin

China y la India, inquietos con la guerra en Ucrania pero sin romper con Rusia

Jesús Centeno y David Asta Alares |

Pekín/Nueva Delhi (EFE).- La India respondió inicialmente con tibieza a la invasión rusa de Ucrania y Pekín ha evitado condenarla.

Siete meses después de estallar la guerra, Nueva Delhi ya ha llamado al cese de las hostilidades de forma más clara mientras Pekín ha reconocido sus “preocupaciones”.

El presidente chino, Xi Jinping, expresó su inquietud en persona a su homólogo ruso, Vladímir Putin, según reconoció este último tras su encuentro a finales de septiembre en la ciudad uzbeka de Samarcanda, en vísperas de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS).

En esa misma cumbre, el primer ministro indio, Narendra Modi, pareció ir más allá en su conversación con el líder ruso: “Sé que ahora no es el momento para guerras, y hemos hablado de ello en muchas ocasiones durante nuestras conversaciones telefónicas”.

Preocupación oficial

Desde Pekín, la “preocupación” no es nueva: “Siempre hemos sido claros. Hay que hacer todos los esfuerzos posibles por la paz, respetar la integridad territorial de todos los países -en referencia a Ucrania- y prestar atención a las legítimas preocupaciones de todos los países -en referencia a Rusia-“, indicaba recientemente el portavoz chino de Exteriores Wang Wenbin ante una pregunta sobre la última movilización anunciada por Putin.

China no ha apoyado explícitamente a Rusia pero sí se ha opuesto a las sanciones contra Moscú porque “no solucionan los problemas” .

En la última Asamblea General de la ONU, omitió criticar la movilización o la convocatoria de referéndums de anexión de territorios ucranianos a Rusia, desmintiendo a quienes han querido ver un distanciamiento entre Pekín y Moscú.

“Las preocupaciones chinas son las mismas que había en febrero. Que Putin las mencionase es importante y se puede leer como un reconocimiento a que China siempre las ha tenido. Pero Pekín lo que ha abogado desde un principio es por negociaciones de paz”, explica a Efe el académico chino Víctor Gao.

Según Gao, Pekín era “el mayor inversor en Kiev antes de la invasión” y, al mismo tiempo, es “el mayor socio comercial de Moscú” desde hace décadas: “Esperar que China destruya su relación con Rusia por la guerra es completamente absurdo”, zanja.

El embajador de Rusia ante la ONU, Vasily Nebenzya (i), y el embajador de China ante la ONU, Zhang Jun, hablan ante el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, en una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el pasado mes de agosto en Nueva York.
El embajador de Rusia ante la ONU, Vasily Nebenzya (i), y el embajador de China ante la ONU, Zhang Jun, en una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en Nueva York. EFE/EPA/Peter Foley

El papel de EEUU

Desde la perspectiva del experto, la raíz de la crisis está en que “Estados Unidos no quiere que Europa y Rusia colaboren” y en que Washington está empujando al mundo a una “política de bloques”, algo a lo que China se opone porque “no desearía otra guerra fría”.

“Europa está más preocupada de lo que diga Washington que de su propia gente. Hay que negociar una salida, no agravarla más”, sentencia el politólogo, quien critica a la Administración de Joe Biden por decir que China es su máximo rival en lugar de Rusia cuando “Pekín, que yo sepa, no ha invadido a nadie”.

“Tenemos la reunión del G20 y el invierno a la vista, y el mundo, cada vez más en peligro. La escalada podría ser incluso nuclear. Cuanto más derrotada se sienta Rusia, más contraatacará. Soy pesimista, pero China apostará siempre por negociaciones y paz”, remata.


El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, escucha durante una cumbre virtual con el presidente chino, Xi Jinping, en la Sala Roosevelt de la Casa Blanca en Washington DC, EE. UU., 15 de noviembre de 2021.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, durante una cumbre virtual con el presidente chino, Xi Jinping, en un despacho de la Casa Blanca, en noviembre de 2021. EFE/EPA/Sarah Slibiger

Neutralidad y preocupación por la economía

Mientras, desde la India la perspectiva no difiere demasiado, especialmente dado que su sector militar depende en buena medida de las importaciones rusas y de que ha aumentado las compras de petróleo a Moscú.

Por eso, pese a su llamamiento, Modi destacaba inmediatamente que la relación de amistad entre ambos países “se ha profundizado ampliamente” en las últimas décadas.

La India también ha reaccionado con recelo ante los referéndums de anexión: “La posición de India es clara y coherente en lo que respecta al respeto de la soberanía y la integridad territorial de los países”, acotaba el portavoz de Exteriores indio, Arindam Bagchi, en una reciente rueda de prensa.

Las declaraciones sí reflejan un cierto distanciamiento de Rusia, tras meses de toques de atención diplomáticos por parte de EE.UU. y países de la Unión Europea para que la India “reoriente su política exterior”.

Sin embargo, para el analista del centro indio Observer Research Foundation (ORF), Sameer Patil, esto tiene más que ver con el impacto económico de la guerra.

“Que Modi señale a Putin que no es el momento para la guerra, más allá de sus implicaciones geopolíticas, está relacionado con el impacto económico (…) especialmente para un país como la India”, cómodo en su “posición única” de mantener buenas relaciones con Washington y Moscú, comenta.

La neutralidad de Nueva Delhi, heredada de la Guerra Fría, la reiteraba el propio ministro de Exteriores, Subrahmanyam Jaishankar, frente a la Asamblea General de la ONU apenas una semana después del encuentro entre Modi y Putin.

“A menudo nos preguntan en qué lado estamos (…), la India está del lado de la paz y seguiremos firmemente ahí”, dijo entonces Jaishankar.

Edición web: Mar Monreal