Pamplona (EFE).- En el marco del proyecto ‘Fronteras de Hormigón’, veinticinco jóvenes trabajan en Orbaizeta, junto a la antigua fábrica de armas, en la localización y recuperación de búnkeres del franquismo.
La frontera navarra está salpicada de 2.000 fortificaciones -más de 10.000 en toda la cordillera pirenaica- levantadas por el régimen franquista en prevención de una invasión aliada o republicana por los Pirineos que nunca llegó.
Hasta Orbaizeta, con el objeto de conocer el desarrollo de estas labores, se ha desplazado este viernes la vicepresidenta y consejera del Departamento de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera, Ana Ollo.

Desde su puesta en marcha en 2017 el trabajo voluntario de más de 300 jóvenes de diferentes autonomías y países ha permitido la recuperación de 28 fortificaciones en Burguete, Igal, Erratzu, Bera, Lesaka, Eugui o Isab, entre otros emplazamientos, informa el Gobierno Foral.
El proyecto -en el que también colabora, desde 2022, la Secretaría de Estado de Memoria Democrática- incluye estos campos de trabajo de voluntariado organizados y cofinanciados entre el Instituto Navarro de la Memoria de la Dirección General de Memoria y Convivencia y el Instituto Navarro de Juventud. Cuentan también con el apoyo de entidades locales, en esta edición los valles de Salazar, Aezkoa y Baztan.
Rutas de Hormigón
Con la recuperación de este búnker y su puesta en valor, se completa también la red de trece ‘Rutas de Hormigón’ consideradas también como ‘espacios con memoria’ .
En esta nueva edición, entre los días 16 y 30 de agosto, además de las reciente intervención en Otsondo, en Baztán, se está llevando a cabo un campo de voluntariado de similares características en Izalxu, valle de Salarzar, y en Aezkoa.
La importancia para estas zonas de estos trabajos y en la sensibilización de las nuevas generaciones sobre la Memoria Histórica ha sido resaltada por el presidente de la Junta del valle de Aezkoa, Carlos Bueno, y la alcaldesa de Garralda, Begoña Munárriz Guezala, quienes también han asistido a la visita.
Compromiso de la juventud con la memoria
Ollo, por su parte, ha transmitido a los participantes en este campo de trabajo la importancia del compromiso de la juventud para mantener viva la memoria de la violencia injusta del régimen franquista, en un contexto como el actual de auge de fascismos y posfascismos que pretenden legitimar en nuestros días aquellas políticas del terror.
“La convivencia en nuestra sociedad no puede basarse en el olvido ni la negación, sino en la memoria crítica”, ha afirmado durante su visita, en la que ha remarcado que «la mejor barrera contra la intolerancia y el fascismo –antes y ahora- es la construcción de un mundo basado en la democracia, los derechos humanos, la justicia y la libertad”. EFE