Pamplona (EFE).- La Alianza por el Clima Nafarroa se ha concentrado este sábado en el Paseo Sarasate de Pamplona para reclamar a las instituciones una respuesta “real, valiente y justa” ante la emergencia climática, una acción que se ha celebrado coincidiendo con la COP30.
Frente al Parlamento, disfrazados de Trump o dirigentes de grandes compañías, han realizado una performance con un balón de pilates pintado como si fuera el planeta tierra con el que jugaban y al que golpeaban con diferentes objetos, simulando que los dirigentes mundiales es así como tratan al planeta.
Durante el acto, la plataforma ha denunciado que las administraciones “no cumplen ni siquiera con sus propias leyes ambientales” y ha criticado la autorización de macrogranjas como las de Caparroso o Marcilla, que, según ha señalado, contribuyen a la contaminación del Ebro y del Aragón.
También ha mostrado su rechazo a diversos proyectos industriales y grandes instalaciones solares que, a su juicio, “destruyen suelo fértil” y se aprueban “sin planificación social”.
Momento «decisivo»
Los organizadores han advertido de que Navarra vive “un momento decisivo” marcado por las consecuencias cada vez más visibles de la crisis climática, como las sequías en la Ribera, los incendios recurrentes en Tierra Estella, las inundaciones en la Cuenca de Pamplona o la pérdida de biodiversidad en los Pirineos.
La Alianza por el Clima ha asegurado que la comunidad afronta una “emergencia múltiple —climática, ecológica y social—” que afecta especialmente a quienes cuentan con menos recursos. Frente a ello, ha llamado a “elegir esperanza, comunidad y acción” y a impulsar una transición que “ponga la vida por delante del beneficio”.
Entre sus reivindicaciones, la plataforma ha reclamado energía limpia y descentralizada, apoyo a la agricultura y ganadería sostenibles, una gestión justa del agua y un modelo económico que priorice la equidad y el cuidado colectivo.
Los convocantes han destacado que “luchar por un futuro habitable es ya habitar la esperanza” y han defendido la necesidad de construir “paso a paso” un camino colectivo hacia un territorio “más justo y sostenible”.