La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga (c) junto a la consejera de Presidencia de Cantabria, Isabel Urrutia (2i), el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, José Luis López del Moral (i) y la , durante la inauguración del la sala Gessel, este miércoles en Santander. EFE/ Pedro Puente Hoyos

La sala Gesell empieza a funcionar en Santander y habrá otra en Torrelavega

Santander, 28 feb (EFE).- Los juzgados de las Salesas en Santander han puesto en funcionamiento la primera sala Gesell de Cantabria. Era la única comunidad que no disponía de este recurso para proteger a las víctimas más sensibles, sobre todo menores víctimas de abuso. Y este mismo año se sumará una segunda en Torrelavega.

Lo ha anunciado la presidenta de Cantabria, María José Saénz de Buruaga, después de participar en una demostración del funcionamiento de la también llamada Cámara Gesell, junto al presidente del Tribunal Superior de Justicia, José Luis López del Moral; la fiscal superior, Pilar Jiménez y la consejera de Justicia, Isabel Urrutia.

“Inexplicablemente Cantabria era la única comunidad que no disponía de una sala de estas características, independiente, privada, y dotada con todos los medios técnicos adecuados para preservar a victimas y testigos en sus declaraciones judiciales, en un entorno positivo, sin sentirse observados”, ha señalado.

Estas instalaciones hacen posible desarrollar lo que en términos jurídicos se conoce como prueba preconstituida: la declaración de la víctima, que queda grabada y validada, evitando que tenga que dar su testimonio en una sala de vistas.

Proteger a los menores


La Cámara Gesell está pensada sobre todo para menores víctimas de abuso sexual o personas con discapacidad psíquica, ha explicado la jefa del servicio de clínica del Instituto de Medicina Legal, Elena Altuzarra.

“Su testimonio es muy complicado y en la exploración que se hace aquí, son ajenos a que se les está observando”, ha apuntado la forense.

La cámara tiene una sala de exploración, donde las víctimas pueden contar lo que les ha pasado “en un clima de confianza”. En el techo se ha instalado discretamente un micrófono, en una esquina, una cámara, y detrás de lo que parece un espejo está la sala de observación.

Desde allí, las partes pueden hacer sus preguntas. Los peritos siguen, con la ayuda de un pinganillo, las indicaciones de la fiscalía. Y de la defensa del acusado, al que se le debe dar la oportunidad de participar, “considerando que es una prueba preconstituida y puede ser causa de condena o absolución”, ha incidido.

En la sala de observación hay también un letrado, que debe validar la prueba para que pueda ser aceptada por el tribunal.
Según Buruaga, la sala Gesell es “un instrumento muy importante para evitar la revictimización del menor” y para que la justicia pueda hacer su trabajo correctamente.

Sentencia reprobatoria

La presidenta ha subrayado que el Gobierno ha cumplido el compromiso de inaugurar la Cámara Gesell en el primer trimestre de 2024. Se pone así fin a “una incomprensible falta de medios, que ha ido en contra del trabajo que realizan nuestros magistrados, jueces y fiscales”.

Como ha recordado, la carencia de esta sala supuso hace justo un año una sentencia reprobatoria de la Audiencia Provincial, que condujo a la absolución de un acusado en un caso de abusos.

“La solución era bien sencilla, era una cuestión de voluntad política, sensibilidad y capacidad de gestión”, ha remachado la presidenta. Y ha recordado que la demanda de este recurso ha sido una constante en las memorias anuales del Tribunal Superior y de la Fiscalía.

El Gobierno de Cantabria ha ejecutado las obras con medios propios y un coste de 22.000 euros, una vez localizado el espacio idóneo. Hará lo mismo este año en Torrelavega, el segundo partido judicial de la comunidad.