Siguen las incógnitas, un año después, del Vilaboa Uno

Santander (EFE).- El naufragio frente a la costa de Santander del pesquero ‘Vilaboa Uno’, en el que fallecieron dos marineros y un tercero desapareció, cumplirá este miércoles un año con varias preguntas que aún siguen sin respuesta, como la causa de que acabara bajo las aguas del Cantábrico o si el pescador al que nunca se encontró se quedó en su interior.

El pesquero, de 32 metros de eslora, avisó en la madrugada del 3 de abril de 2023 a Salvamento Marítimo de que tenía una vía de agua en el casco y que se estaba hundiendo, a unas seis millas de Santander.

Vista del trabajo en la sede Salvamento Marítimo, desde donde se siguieron tareas de búsqueda del marinero desaparecido en el hundimiento del Vilaboa Uno. EFE/Pedro Puente Hoyos

En apenas media hora ya estaba hundido, sin que los dos barcos que acudieron en su auxilio pudieran hacer nada para evitar la muerte por hipotermia de dos pescadores, uno español, del barrio pesquero de la capital cántabra, y otro de Ghana.

A 120 metros de profundidad

A partir de ese momento, los trabajos se centraron en encontrar al único desaparecido, Walter Ferreiro, de origen peruano, en un operativo que coordinó Salvamento Marítimo y en el que participaron durante semanas helicópteros y embarcaciones.

Al día siguiente del naufragio se anunció la incorporación de un robot de la Guardia Civil al operativo para bajar hasta el lugar en el que se sospechaba que estaba hundido el pesquero ‘Vilaboa Uno’, para obtener imágenes y conocer de una forma más concreta su situación, ya que se barajaba la hipótesis de que el desaparecido se encontrase en el interior del buque.

Dos días después ese semisumergible tocó fondo a unos 130 metros de profundidad, pero no consiguió dar con el buque, por lo que el operativo de búsqueda decidió traer desde Ferrol (A Coruña) un segundo robot capaz de actuar en condiciones difíciles de mar y corriente, como eran éstas.

El denominado ‘Rov Comanche’, con siete propulsores, cámaras y sónar, llegó a Cantabria el 9 de abril y ese mismo día localizó al ‘Vilaboa’, a 120 metros de profundidad, y tomó imágenes de él.

Al día siguiente intentó acceder al pecio, aunque no trascendió ninguna información sobre esa inmersión debido al proceso judicial abierto por el naufragio.

La búsqueda del desaparecido se prolongó durante todo el mes de abril en superficie, sin éxito.

En paralelo a este proceso de búsqueda, se celebró un multitudinario funeral en el barrio pesquero por el pescador cántabro fallecido y se repatrió el cuerpo del ghanés, después de que la Embajada de España en ese país localizara a su familia.

Firmas para reactivar la búsqueda

En septiembre, las familias del santanderino que falleció en el naufragio y la del desaparecido iniciaron una campaña para reclamar que se reflotara el barco.

Fotografía de archivo, del 4 de abril de 2023, del hijo del marinero desaparecido, que explicó sus protestas ante los medios tras el minuto de silencio por las víctimas del naufragio del pesquero “Vilaboa Uno” en el Barrio Pesquero de Santander. EFE/ROMÁN G. AGUILERA

La familia de Walter Ferreyro aseguraba estar viviendo “un infierno, atrapados, sin poder pasar página de este terrible suceso”, y lamentaba que, al no tener acta de defunción oficial, seguían afrontando las deudas contraídas por el pescador.

Hasta la fecha, esa iniciativa suma más de 8.700 firmas recogidas.

Buena mar y sin carga

“Desde el inicio de este hundimiento hemos tenido muy pocas respuestas a lo ocurrido. A día de hoy no saben cómo ocurrió y nos dan una mínima espera de dos años para poder saber en base a sus simulaciones qué pudo ocurrir”, lamenta la familia en el texto que acompaña a la campaña de firmas.

También aluden a que el día del naufragio no había mala mar, ni temporal y que el barco iba libre de carga porque estaba saliendo a faenar.

El armador del ‘Vilaboa’ aseguró el mismo día del naufragio que el buque “estaba en perfectísimo estado”.

Autor: Pablo G.Hermida