Pepe Pérez y Enrique Gutiérrez Aragón, en su exposición 'Radiografía de una ciudad. Cronistas de su tiempo'. EFE/Javier G. Paradelo.

Dos fotoperiodistas que son cronistas de la movida musical y las fiestas de Torrelavega

Javier G. Paradelo |

Torrelavega (EFE).- Pepe Pérez y Enrique Gutiérrez Aragón atesoran juntos más de 30 años de fotoperiodismo en Torrelavega y un archivo con cuatro millones de imágenes, lo que les convierte en cronistas de su tiempo, desde la movida de los años ochenta a las fiestas y conciertos de la actualidad.

Ambos protagonizan una muestra en el Centro Nacional de Fotografía de Torrelavega (CN Foto) en la que exhiben 130 imágenes seleccionadas de su amplio archivo, donde cada fotografía realizada con película analógica o medios digitales cuenta una historia que acerca al espectador a la crónica más reciente de la ciudad.

El primero de los autores hizo sus pinitos en el mundo de la fotografía retratando a los grupo musicales de la movida de Torrelavega colándose en sus locales de ensayo, antes de ejercer durante 14 años como redactor gráfico de un medio de comunicación de Cantabria.

Pepe Pérez explica en una entrevista con EFE que en sus decenas de cajas de negativos con imágenes de los años ochenta y noventa hay guardados «pequeños tesoros», muchos de ellos fotografías inéditas que sirvieron a los grupos musicales de entonces para ilustrar las portadas de sus discos o los libretos.

Sus imágenes reflejan la energía de los conciertos, la fuerza de las bandas locales y el latido joven de una ciudad que vivió intensamente aquella época musical, por lo que la muestra se convierte en un tributo a la memoria colectiva de varias generaciones de torrelaveguenses.

Pepe Pérez y Enrique Gutiérrez Aragón, autores de la exposición ‘Radiografía de una ciudad. Cronistas de su tiempo’. EFE/Javier G. Paradelo.

Según detalla, se trata de una época «muy efervescente» en lo musical en la ciudad, donde todos eran autodidactas, los grupos empezaban y él también en el oficio de fotógrafo, había que lidiar con aquellas famosas películas de 400 ISO en ByN, y donde se relevaba artesanalmente mediante prueba y error.

Asegura que sus fotos de aquella época tiene más valor documental que artístico, porque se trata de una época poco conocida en la que grupos como Melopea, La Burla o The Molly Mc Guays marcaban el ritmo de la movida juvenil en una Torrelavega que entonces todavía era conocida como ‘la ciudad del dólar’.

Retratos de emblemáticos

Por su parte, Enrique Gutiérrez Aragón, hermano del cineasta Manolo Gutiérrez Aragón, aporta una colección de retratos, en su mayor parte en blanco y negro, que capturan la esencia de personajes emblemáticos de la cultura torrelaveguense, protagonistas de fiestas, actos públicos y vida social.

Asegura a EFE que con su trabajo intenta no solo documentar la historia de Torrelavega, sino rendir homenaje a quienes han contribuido a modelar la identidad local, de manera que por su cámara han pasado multitud de personajes desde Antonio Resines al cardenal Carlos Osorio.

Entre los más anónimos destaca la ganadora del concurso de tortillas de las fiestas captada en el preciso momento en que el llanto se apodera de la protagonista, por obtener el primer premio y porque su novio acaba de pedirla matrimonio.

Pero también músicos, el mítico puesto de El Baturro -vendedor de vino dulce-, el churrero, el títere Gorgorito o los conciertos de La Patrona -Torrelavega Sound City o Verduleras Fest-, de entre los que destaca una imagen de gran plasticidad del cantante de Desakato engullido por cientos de seguidores.

A su juicio, las 75 fotografías que expone de entre las más de 500 seleccionadas en una primera criba, representan «el latido cultural» de Torrelavega, porque detrás de cada una hay una historia que, para Enrique Gutiérrez Aragón, «merece ser contada y conocida para que no se pierda».

La muestra de Pepe Pérez y Enrique Gutiérrez Aragón se presenta bajo el título ‘Radiografía de una ciudad. Cronistas de su tiempo’, se podrá visitar hasta el 31 de agosto y va acompañada de un fotolibro que recoge todas las imágenes de la exposición.