Danela prueba el exoesqueleto pediátrico en la sede de Aspace. EFE/Juan Herrero

El primer exoesqueleto pediátrico llega a Euskadi

San Sebastián (EFE).- Danela tiene 4 años y parálisis cerebral. Junto a otros catorce niños guipuzcoanos, participa en un programa piloto con el primer exoesqueleto pediátrico que llega a Euskadi.

Es una experiencia que ya le está reportando beneficios, pues según ha asegurado su madre, ahora “come mejor” y “duerme mejor”.

Primer exoesqueleto pediátrico


“Está muy contenta. Se le ha notado muchísimo a nivel motriz y a nivel físico también. Como familia, está siendo una experiencia muy bonita”, ha afirmado este lunes Aran Antoñana, madre de la pequeña Danela, que ha mostrado en San Sebastián cómo con la ayuda de este exoesqueleto puede ponerse en pie y caminar.

El modelo Atlas 2030 del CSIC, el primero del mundo. EFE/Kiko Huesca

La prueba ha tenido lugar en las instalaciones de Aspace, donde se ha presentado el exoesqueleto pediátrico Atlas 2030, el primer modelo del mundo, patentado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y desarrollado por la empresa Marsi-Bionics, fundada por la investigadora del CSIC Elena García Armada.

Este ingenio electromecánico e inteligente ha obtenido el “marcado CE” y las autorizaciones de la Agencia Europea de Medicamentos, lo que permitirá empezar a generalizar su uso en hospitales y clínicas de rehabilitación.

El primero que llega a Euskadi ha sido adquirido por Aita Menni, que ha contado con la colaboración de la Diputación de Gipuzkoa y Aspace para desarrollar un programa piloto de 24 semanas de duración, presentado este lunes a los medios de comunicación.


Danela y su madre han estado acompañadas por el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano; la titular foral de Políticas Sociales, Maite Peña; el director gerente de Aita Menni, Mikel Tellaeche, y la médico rehabilitadora de Aspace, Carolina Lancho.

Quince niños en el programa guipuzcoano


Los quince niños que participan en el programa desde octubre de 2022 han realizado cuatro sesiones semanales durante seis semanas, aunque el último de los tres grupos en que se ha dividido el estudio todavía no ha terminado el tratamiento.

Danela camina con el exoesqueleto pediátrico. EFE/Juan Herrero


Se prevé, además, que en las próximas semanas se configure un cuarto grupo, también con cinco niños, con el fin de que este proyecto de innovación llegue a una veintena de menores de 4 a 13 años que no pueden caminar de manera autónoma.


Tras la finalización de la prueba piloto, se extraerán las conclusiones para decidir si el tratamiento se extiende a otros niños.
Carolina Lancho ha explicado que acogió el experimento con “expectación”, pues se trata de “conocer el futuro”.

“Puede ayudar mucho a los niños en sus capacidades emocionales, motrices, en relaciones sociales, salud… Tiene mucho beneficio”, ha destacado.

No crear expectativas “muy altas”


Ha advertido de que “no hay que crear expectativas muy altas”, pero aunque haya que ir “con pies de plomo”, en el centro están “muy contentos” y “las familias también” al ver “cómo ayuda el exoesqueleto a niños que no se pueden mover”, quienes además disfrutan del “beneficio, del derecho, a ponerse de pie y a desplazarse”.


Markel Olano también se ha referido a la necesidad de “no generar expectativas contundentes a corto plazo”, pero ha aplaudido la llegada de este “instrumento” que va a contribuir al “desarrollo personal individualizado” de estos chicos.


El diputado general ha destacado que el modelo social en el que trabaja la institución foral “se centra en la persona y es muy innovador”.


“Lo estamos reforzando día a día entre todas las partes implicadas: las administraciones, junto con las entidades sociales y la propia comunidad. El mejor ejemplo de ello es la iniciativa presentada hoy”, ha subrayado.