San Sebastián.- La totalidad de la obra escultórica de Eduardo Chillida ha quedado ya recogida en un catálogo razonado. Con la publicación del cuarto volumen se completa un trabajo que abarca todo el periodo creativo del artista vasco, de 1948 a 2002.
El amplio rango temporal de la trayectoria de Chillida, la dispersión de su obra por todo el mundo y la dificultad para acceder a algunas piezas en manos de coleccionistas celosos de su privacidad han sido algunos de los inconvenientes de un trabajo que se proyectó para cinco años y ha durado diez.
Último volumen del catálogo razonado de Eduardo Chillida
Lo han explicado este jueves los autores del catálogo, Ignacio Chillida, hijo del escultor, y Alberto Cobo, responsable de la Sucesión Eduardo Chillida, en rueda de prensa. También han participado Marta Casares, consejera delegada de la editorial Nerea, y Ander Aizpurua, director general de Kutxa Fundazioa.

El tomo que faltaba reúne en 444 páginas las 455 esculturas que el creador donostiarra realizó de 1991 a 2002. Su publicación es “el pistoletazo de salida” de las actividades con las que se celebrará el centenario del nacimiento del artista, nacido el 10 de enero de 1924, y de las que la familia y los responsables de Chillida Leku informarán más adelante.
En el museo de Hernani se ha presentado la última parte del catálogo razonado que, como el resto, costará 115 euros. Su edición se ha materializado por el apoyo económico de Kutxa Fundazioa, ya que resulta “imposible” publicar un libro de estas características únicamente con recurso privados, según ha remarcado Marta Casares.
Fuente principal para trabajos académicos y de investigación
Cobo ha dicho que el catálogo se erige ahora como la “fuente principal” de trabajos académicos y de investigación sobre la creación escultórica de Chillida. Cada obra contiene datos sobre la fecha de creación, el título, el material, las exposiciones en las que ha participado, su paradero y bibliografía.
“Un catálogo razonado legitima y consolida el corpus de la obra de un artista y asegura su veracidad”, ha remarcado Cobo, que ha señalado que durante su preparación han subsanado errores hallados en otros libros y catálogos de exposiciones, como dataciones y fotografías invertidas.

Quien decida contar una “mejor comprensión” del trabajo de Chillida, dispone ahora de cuatro volúmenes que suman 2.000 páginas y 1.873 ilustraciones sobre más de 1.400 esculturas, a los que se une el catálogo razonado de la obra gráfica del artista vasco.
Quedan pendientes los dibujos, pero esta se presenta casi como una tarea imposible porque es un mundo muy amplio al que hay que seguir la pista y no tan ordenado como el de su otra obra, ya que la que fue su galería, Maeght, llevaba un cumplido registro de ella, con el que luego continuó la familia.
“Nos lo ofrecieron y dijimos que no, no teníamos posibilidades para hacerlo”, ha afirmado Ignacio Chillida.