San Sebastián, 10 jun (EFE).- La empresa Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) aspira en 2023 a lograr un “crecimiento en ventas por encima del mercado y una recuperación progresiva de la rentabilidad” para avanzar en sus objetivo estratégico de llegar a los 4.800 millones de euros en 2026.
El presidente, Andrés Arizkorreta, y el consejero delegado, Javier Martínez Ojinaga, han repasado la evolución y las perspectivas de la empresa en sus discursos ante la Junta General de Accionistas, reunida en la sede de la compañía en Beasain (Gipuzkoa).
Martínez Ojinaga ha destacado el “buen momento” del sector y ha afirmado que “está fuera de toda duda” que la movilidad en trenes y autobuses cero emisiones, actividades principales de CAF, “tiene el viento de cola”.

Ha anunciado que en 2023 prevén “el inicio de la recuperación” de su filial polaca Solaris y de la “rentabilidad del grupo”, cuyo beneficio neto bajó el año pasado un 38 %, hasta los 55 millones de euros, por la subida de precios y la escasez de materiales.
Subir ventas y rentabilidad
En cuanto a las principales cifras de 2022, el director general ha destacado que CAF alcanzó un nivel de contratación superior a 6.000 millones de euros.
Esto supone un máximo histórico y permitió elevar la cartera en un 37 % respecto al año anterior, hasta la cantidad récord de 13.250 millones de euros.
En el segmento ferroviario, CAF logró un nivel de contratación de 5.000 millones de euros, lo que supone otro récord y permitió asimismo ampliar la cifra de la cartera de pedidos hasta 12.000 millones, con importantes proyectos en los principales mercados del mundo.
Oposición al tren de Jerusalén
Entre estos, figuran ha citado la adjudicación a un consorcio con participación de CAF del proyecto del tren ligero de Jerusalén. Esta infraestructura tiene la oposición de varios colectivos sociales, entre ellos, Amnistía Internacional, que se han concentrado a las puertas de la Junta para pedir a CAF que se “retire”.

Este asunto ha estado presente también en el interior de la junta de accionistas. El presidente de CAF ha explicado que, a causa del endurecimiento de las sanciones internacionales y el contexto geopolítico, la empresa ha reforzado “la vigilancia” en proyectos de “riesgo potencial”.
Arizkorreta ha precisado además que la compañía vasca encargó a un “experto independiente” un informe sobre impactos sociales del proyecto de Jerusalén. Según ha dicho, confirma su “elevado nivel de cumplimiento de los estándares internacionales en responsabilidad social corporativa y sostenibilidad”.
El consejero delegado de CAF ha sido el encargado de repasar los principales contratos cerrados en 2022, tanto en la parte ferroviaria como de autobús.
La innovación y la sostenibilidad son otras de las claves de la actividad del grupo y para eso emplea a 14.500 personas.
Tren de hidrógeno
En cuanto al hidrógeno, CAF es líder en el mercado de autobús y participa en el consorcio europeo que desarrolla un nuevo tren con esta tecnología. Sin embargo, Martínez Ojinaga ha advertido de que “el alcance y la velocidad de la implantación comercial del tren del hidrógeno estará condicionada. “Por el progreso de la economía del hidrógeno, el coste de su generación verde y las infraestructuras para su transporte, además de su regulación”.
El grupo vasco mantiene los objetivos de su plan estratégico, una “hoja de ruta” que marcará el futuro de la empresa. Entre otros logros, quiere situar la explotación en 300 millones en 2026 y alcanzar las cero emisiones netas en 2045. EFE