San Sebastián, (EFE).- El arte del pasado y del presente confluyen en una exposición del centro Tabakalera de San Sebastián, que reúne algunas de las obras maestras del Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Proponer un relato “sobre el arte y la memoria”, una nueva mirada al arte que, pese al transcurrir del tiempo, permanecerá en el futuro.
Obras del Bellas Artes de Bilbao en Tabakalera
La muestra, “That Time”, toma el nombre pieza teatral de Samuel Beckett del mismo título, traducida al castellano como “Aquella vez”. Se ha rehuido el convencional orden cronológico de algunas exposiciones para establecer una relación natural entre artistas tan dispares como El Greco, Óscar Domínguez, Francis Bacon y Elena Asins.

Una de las grandes cabezas del artista John Davies. EFE/Javier Etxezarreta
Goya, Zurbarán, Leger, Chillida, Cy Twombly, Daniel Vázquez Díaz, Txomin Badiola y Josep Beuys son parte de los 76 artistas que firman las 107 obras de “That Time”. La exposición podrá visitarse desde este viernes y hasta el 5 de noviembre.
Tabakalera, en su primera y gran colaboración con el Museo de Bellas Artes de Bilbao, inmerso actualmente en su ampliación, ha roto muros simbólicos y físicos.
Como centro internacional de arte contemporáneo, ha dado cabida a obras de otros siglos. Y para dotar de sentido a una exposición proyectada en un recorrido circular, ha comunicado salas que nunca se habían unido hasta ahora y que suman 1.500 metros cuadrados.
Lo ha hecho en su planta primera, donde este jueves el director del Museo de Bellas Artes bilbaíno, Miguel Zugaza, y la directora general de Tabakalera, Edurne Ormazabal, han presentado la muestra.
Producciones recientes y obras antiguas
Además, se incorporan tres piezas producidas expresamente por el centro donostiarra para esta cita cultural, de los artistas Ainara Legardon, Ilke Gears y Jorge Moneo.
Son las creaciones más recientes. La más antigua es un busto masculino de piedra del siglo II y autor anónimo. Entre un extremo y otro, el tiempo se desdibuja para resituar a los artistas elegidos en tres voces -las de la vejez, la madurez y la juventud- ajenas a cronologías.

Una imagen del “Retrato del poeta Moratinos”, de Goya. EFE/Javier Etxezarreta
Once bustos de artistas como Francisco Durrio, Quintin de Torre y Josep Clará dan la bienvenida al visitante.
Junto a estas piezas, entre las que se encuentra una efigie abstracta de Joséphine Baker realizada por Eduardo Arroyo y otra de Aurelio Arteta esculpida por el palentino Vitorio Macho, se distribuyen una serie de “pinceladas sonoras” de Ainara Legardon. Con ellas, la creadora vasca da “voz” a cuerpos que no la tienen.
Un recorrido de tres “voces”
En un recorrido inverso, se accede a la primera sala, la “Voz C” de la vejez, donde se pueden contemplar obras de autores como Vicente Ameztoy, Ibon Aranberri, Bonifacio, Marta Cárdenas, Juan Luis Goenaga, Susana Talayero y Cy Twombly.
Recrean un tiempo pasado y arcaico pero no concluido, en el que ‘lo que fue’ aún no se ha ido del todo”, según han explicado los comisarios de la muestra, Miriam Alzuri y Oier Etxeberria.
Y “los enigmas de un presente secularizado”, como “El cazador”, de Óscar Domínguez, y “Figura tumbada en espejo”, de Francis Bacon, conviven con las alusiones a lo divino que representan un “San Juan al pie de la cruz” anónimo del siglo XIV o “San Francisco en oración”, de El Greco.

Francis Bacon dialoga con Remigio Mendiburu. EFE/Javier Etxezarreta
La segunda sala, la de la “Voz A”, de la madurez, es la del tiempo presente, “donde los imperativos de la sociedad tecnológica e industrial” se manifiestan en la pintura de artistas como Vicente Cutanda, Celso Lagar, Daniel Vázquez Díaz, Aurelio Arteta, Agustín Ibarrola y June Crespo.
“La tecnología y la energía fabril como potentes fuerzas creativas” la representan obras de Anthony Caro, Mari Puri Herrero, Idoia Montón, y “la guerra y sus consecuencias como poderosos daños colaterales” tiene entre sus exponenentes al “Retrato del poeta Moratinos”, de Goya, uno de los últimos cuadros del pintor aragonés, realizado en su exilio de Burdeos.
El trayecto final
Del tiempo futuro hablan las creaciones de Txomin Badiola, Markus Lüpertz, Miren Arenzana o Maria Helena Vieira da Silva. Se encuentran en la “Voz B”, la de la juventud, donde se renuevan la mirada sobre la pintura “La Santa Faz” de Zurbarán o de el monumental relieve de Nemesio Mogrobejo, confrontado con un espectacular tapiz de Fernad Léger.
Esta exposición de las obras del Bellas Artes fuera de su escenario habitual es toda una experiencia para la pinacoteca vizcaína. Exhibe además tres obras nunca expuestas -de Susana Solano, Idoia Monzón e Iñaki Garmendia-. “Nos viene muy bien este nuevo proceso para volver a reconstruir la institución desde la contemporaneidad”, ha destacado Zugaza.