Vitoria (EFE).- Vitoria tardará días en recuperar la normalidad tras una tromba de agua y granizo que ayer por la tarde colapsó la ciudad al inundar calles y aceras, rompes cristales y arrastrar hojas y ramas. La tormenta golpeó también al campo alavés dañando campos de patata, remolacha, cereal, girasol y legumbres.
Esta tormenta “excepcional” que ha llevado a la Diputación de Álava a anunciar ayudas económicas para el sector primario y al Ayuntamiento de Vitoria a estudiar si pide la declaración de zona catastrófica, algo que ya intentó sin éxito tras la histórica granizada de 2009.
Por ello, la alcaldesa, Maider Etxebarria, ha pedido “prudencia” y ha abogado primero por hacer un “diagnóstico claro” de los daños, para lo cual aún es “demasiado temprano”. Ha pedido también “comprensión” a los vecinos porque la ciudad “tardará días en recuperar la normalidad”.
A lo largo de la mañana el Ayuntamiento ha puesto en marcha todos los recursos en su mano para retirar las hojas y ramas que ayer atascaron las 80.000 alcantarillas de la ciudad.
Una operación que debe hacerse además a contrarreloj porque esta tarde se esperan más tormentas que podrían traer granizo, aunque el Ayuntamiento confía en que sean de menor intensidad al episodio de ayer.

Activados todos los recursos
Por si acaso están activados todos los recursos municipales posibles: personal de jardinería y limpieza, policía y bomberos, que trabajarán coordinados para paliar los posibles efectos de una nueva tromba de agua.
Se pide en todo caso prudencia a los vecinos para que si hay una nueva tormenta no les “coja en la calle”, ha dicho por su parte el concejal de Seguridad, Iñaki Guturbai.
Se están usando 20 máquinas barredoras (el Ayuntamiento incluso ha alquilado varias para trabajar más rápido), de las cuales 5 limpian calzadas y 15 aceras. Los esfuerzos se han centrado en despejar los accesos a hospitales y centros de salud, entre otros lugares prioritarios, y en liberar las alcantarillas.
La tormenta se desató sobre las 20.00 horas de ayer jueves. Desde esa hora hasta la medianoche los bomberos de Vitoria recibieron 200 avisos y la Policía Local 310 llamadas, cuatro veces más de lo habitual, ha señalado Guturbai.
Las llamadas fueron sobre todo por caída de cristales, roturas de lucernarias, desprendimientos de fachada, filtraciones y balsas de agua, así como peticiones de auxilio tras ser golpeados por el granizo o por sufrir ataques de pánico, según ha dicho el responsable de Seguridad.

Daños en el campo alavés
La tormenta afectó asimismo al transporte urbano y en la parte rural de Vitoria hay además una “afección grave” en campos de cereal y girasol.
Este episodio se ha dejado notar más allá de Vitoria y ha golpeado también al campo alavés. Las zonas más perjudicadas son la Llanada y la Montaña Alavesa, aunque también se ha visto afectado Kuartango y pueblos de la Rioja Alavesa como Labastida y Samaniego.
Han sufrido daños cultivos de patata, alubias, guisantes, remolacha, cereal y algunos viñedos y, aunque todavía no se puede calcular el coste, en algunos lugares los campos se han visto “arrasados”, según el sindicato agrario UAGA.
El diputado general de Álava, Ramiro González, que ha visitado la zona rural para comprobar los daños de primera mano, ha anunciado ayudas económicas al sector primario para paliar los estos daños.
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios se recomienda “recopilar todas las pruebas para poder demostrar el origen y consecuencias del daño” ante las aseguradoras y el Consorcio de Compensación de Seguros; mientras que el Instituto Vasco de Consumo, Kontsumobide, ha aconsejado revisar las pólizas para comprobar si cubren los daños.
Además de en Euskadi las tormentas de este tipo han ocurrido en otros lugares de España, como por ejemplo en Zaragoza, donde una tromba de agua causó ayer grandes daños materiales.