Vitoria celebra el día de los ajos. EFE/David Aguilar

Vitoria se llena de aroma a ajos, de 22 a 27 euros la ristra, y “Basatiak” vuelve a ganar

Vitorial (EFE).- Vitoria se ha llenado desde primera hora de aroma a ajos, de 22 a 27 euros la ristra, “morados y de vientre gordo”, como proclaman las vendedoras.

La gente que ha abarrotado las calles para seguir los actos festivos, como la carrera de barricas, que ha ganado otra vez “Basatiak”.

En ristras -ya se ven pocas colgadas al cuello, como dictaba la tradición después de comprarlas-, bolsas de tres kilos a doce euros y cabezas sueltas a cinco euros el kilo, los ajos y la música de las cuadrillas de blusas han invadido desde primerísima hora el centro de la capital alavesa.

Son 57 puestos de ajos los que se han instalado desde las seis de la mañana en la plaza de la Memoria y la calle San Francisco.

Este año no están en Portal del Rey, por obras.

Como todo se moderniza, en algunos puestos se acepta el pago por tarjeta y bizum,.

Hay ajos clásicos, blancos y morados, de Pedroñeras (Cuenca) como toda la vida, pero también navarros y hasta ecológicos, de la Tierra de Campos zamorana.

Ajos, lo más clásico del día de los Blusas y Neskas de Vitoria

Pronto han empezado las actividades del Día de los Blusas y Neskas con el que se celebra la festividad de Santiago.

Las dianas a las nueve en la plaza de España han tenido este año la novedad de que a la banda municipal de música se han unido 180 músicos de las charangas de las cuadrillas.

No han desentonado la interpretar el himno de Celedón y han dado un gran colorido a un acto que otros años era más “oficial”.

Ya con las calles llenas, a las once ha empezado la carrera de barricas, sustituta de la antigua de burros.

Los mozos y mozas han puesto a prueba sus habilidades -y sus riñones- empujando los toneles desde la Plaza de España.

“Basatiak” gana la carrera de barricas de Vitoria

Ha ganado un año más la cuadrilla Basatiak, imbatidos en las seis ediciones de la prueba, que han terminado el recorrido en poco más de un cuarto de hora.

Con guantes y técnica para empujar -y aguantar el tonel cuesta abajo- han demostrado que entrenan.

La carrera ha sido seguida por centenares de personas que abarrotaban las orillas del recorrido, como si fuera el Tour.

Agotados pero contentos, los ganadores se han llevado el premio de la barrica, pero llena de 225 litros de vino.

La oferta festiva se completa con la Feria Agrícola y Ganadera de Santiago, en el campus universitario, con miel alavesa y cursillos para aprender a esquilar ovejas, y las vaquillas en el Iradier Arena.

Por la tarde será el tradicional paseíllo en el que blusas y neskas se dejan la garganta cantando y animando, a las 16.30 en la calle Dato.

Nada menos que 29 cuadrillas que suman ya siete mil integrantes pasearán con más o menos dignidad por la zona peatonal.

Todo para calentar motores de cara a la cada vez más cercana bajada de Celedón y al inicio de las fiestas de la Virgen Blanca, el próximo 4 de agosto. EFE