San Sebastián (EFE).- Un cañonazo multitudinario protagonizado por miembros de la asociación Aspace, volcada en la atención a personas con parálisis cerebral, ha dado inicio este sábado a las fiestas de Semana Grande de San Sebastián, ocho jornadas con más de 300 actividades, entre ellas conciertos y fuegos artificiales.
El cañonazo enciende San Sebastián
Este acto, que enciende la mecha de las fiestas de la capital guipuzcoana, ha contado como invitados de honor con miembros, familiares, voluntarios y educadores de Aspace que, en las últimas semanas, han subrayado lo “importante e ilusionante” que resulta para ellos protagonizar el arranque festivo.
Junto a ellos, una veintena de integrantes de la Sociedad Fotográfica de Gipuzkoa, que cumple este año su 75 aniversario, ha tomado parte igualmente en el cañonazo al entonar todos juntos el tradicional “Artillero, dale fuego” que precede al ensordecedor disparo.
Lluvia de confetis y serpentinas
Los artilleros Elías Arruabarrena y Onintza Mokoroa, miembros de la Cofradía Vasca de Gastronomía, han lanzado el cañonazo que enciende las fiestas de San Sebastián, mientras una lluvia de confetis y serpentinas caía sobre las miles de personas congregadas ante el Ayuntamiento.

Con el estruendo y el jolgorio que lo acompaña ha estallado la fiesta en la ciudad ante la presencia también de numerosas autoridades. Entre ellas, el alcalde, Eneko Goia, con pañuelo festivo al cuello.
La capital donostiarra está inmersa ya en sus fiestas estivales, que pretenden convertirse en las “más inclusivas de su historia”. En total incluirán 312 actividades lúdicas para todos los gustos y edades. También para el disfrute de personas con discapacidad, colectivo para el que están pensadas 102 de ellas.

Fuegos artificiales y conciertos
Los eventos más multitudinarios serán el 58 Concurso Internacional de Fuegos Artificiales. El certamen arranca con la pirotecnia Fully Fused Fireworks (Reino Unido). También destacan los conciertos nocturnos en Sagüés. El primero a cargo del quinteto alavés ETS, con sus pegadizas melodías en euskera y su potente directo.