Vitoria, (EFE).- El dispositivo desplegado por la Ertzaintza para regular el tráfico durante el corte de la frontera por parte de los agricultores ha enfrentado este miércoles a los gobiernos central y vasco. El primero vincula el «caos» en las carreteras con su falta de previsión pero el segundo hace un balance «positivo».
Agricultores vascos bloquearon ayer la frontera de Irun durante 24 horas para pedir mejoras para el sector. Su protesta generó un colapso de tráfico que afectó a las principales vías del este de Gipuzkoa. Hubo retenciones intermitentes de casi 40 kilómetros.
El levantamiento del bloqueo de la frontera por parte de los agricultores generó un aumento del tráfico pesado hacia Francia, tras permanecer dos días parado. Lo provocó que el domingo no pueden circular y el lunes tampoco lo hicieron al saber que no podrían atravesar el punto fronterizo de Biriatou.
Revisar protocolos
La delegada del Gobierno en Euskadi, Marisol Garmendia, ha considerado que detrás del «caos» vivido ayer en las carreteras guipuzcoanas está la falta de previsión del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco. Por ello, le ha instado a revisar los protocolos.

«Situaciones como las de ayer deberían haberse previsto mejor. Debería haberse previsto que iba a haber un colapso importante», ha apuntado Garmendia en un acto en Vitoria. Ha añadido que «lo de ayer fue un caos absoluto en el lado español porque en el francés no hubo problemas».
Ha advertido de que «no puede volver a ocurrir» que una protesta cierre la frontera. Las repercusiones económicas son «muy importantes, no solo para los transportistas, sino también para otros sectores», ha alertado.
En este sentido, la patronal guipuzcoana del transporte Guitrans aseguró ayer que las pérdidas ocasionadas a este sector por las protestas de los agricultores serán «muy cuantiosas e irrecuperables».
Ausencia de incidentes
Por su parte, el viceconsejero de Seguridad, Rodrigo Gartzia, ha explicado a EFE que los agricultores son trabajadores que tiene derecho a protestar.
Por ello, ha indicado que la Ertzaintza debe garantizar tanto este derecho como la seguridad vial, lo que a su juicio, ayer se logró.
Ha puesto en valor la ausencia de incidentes durante la jornada de protestas, algo que ha achacado al «civismo» de los agricultores y de los conductores y al propio dispositivo policial del que ha hecho una valoración «positiva».
Gartzia ha recordado que el tráfico pesado no pudo cruzar la frontera el fin de semana por las restricciones de circulación que le afecta y «se juntó con el lunes».

Eso provocó que al abrirse la frontera a las 10.00 horas del martes «todo el mundo se puso en marcha» y por eso se colapsaron las carreteras.
«Es normal, se ponen en marcha porque pierden dinero y eso es lo que pasó», ha señalado.
El viceconsejero ha explicado que en Francia se actuó con «mayor flexibilidad» y los agricultores galos permitieron el paso de la frontera hacia España de madrugada. «Pero en nuestro lado, por el contrario, eso no ocurrió», lo que favoreció el colapso de las carreteras, ha lamentado.
Respuesta coordinada
Además, ha respondido a la delegada del Gobierno argumentando que en Hendaya hay un punto de coordinación policial con presencia de la Ertzaintza, la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Gendarmeria francesa. Todos ellos «conocían perfectamente el dispositivo» preparado desde Euskadi «sin que ninguno de los cuerpos estatales sugiriera ninguna otra medida».
«Entendemos que la labor ha sido coordinada y no ha habido otras propuestas» a la planteadas por la Ertzaintza, ha añadido Gartzia.
En todo caso se ha mostrado dispuesto a analizar todos los dispositivos de Seguridad desplegados por la Policía vasca en aras a una «mejora continua». EFE