Imagen de la exposición en la planta superior del caserío Zabalaga. EFE/Javier Etxezarreta

Más allá del hierro, los otros materiales de Chillida en una exposición

Hernani (Gipuzkoa) (EFE).- El hierro fue esencial en el proceso creativo de Eduardo Chillida, pero también materiales como el granito, el alabastro y la tierra chamota, a los que Chillida Leku dedica su nueva exposición. El interior del caserío Zabalaga reúne medio centenar de obras, algunas mostradas por primera vez en público.


Piezas de la colección del museo y otras procedentes del Reina Sofía, de las colecciones del Banco Santander e Iberdrola y de propietarios privados conforman la nueva propuesta. Su título es ‘Harri, Lurra, Huts’ (Piedra, Tierra, Vacío), tres palabras que Chillida eligió para nombrar sus esculturas.

Jugar con las escalas


La exposición podrá visitarse hasta finales de mayo. La han presentado este jueves la directora del museo guipuzcoano, Mireia Massagué, el presidente de la Fundación Eduardo Chillida-Pilar Belzunce, Luis Chillida, y la comisaria y responsable de exposiciones del museo, Estela Solana.

Chillida usó otros materiales distintos al hierro, como es escultura de granito. EFE/Javier Etxezarreta


Chillida Leku juega en esta ocasión con las escalas. Obras como los granitos, que siempre se habían mostrado en el exterior, adquieren a la vista una dimensión mucho mayor en el viejo caserío que el artista vasco rehabilitó como una obra más.


«Al nombrar sus esculturas con piedra, tierra y vacío, Chillida evocaba la materialidad de su obra. Además, es un juego de palabras vibrantes, sonoras, que aluden a su identidad vasca. Pero también recuerdan al juego de ‘piedra, papel o tijera’, donde la elección de cada material está condicionado por su capacidad de transformación», ha señalado Estela Solana.

El uso de los otros materiales


Ha explicado que la «síntesis» de la muestra es explorar el uso que el creador donostiarra hizo de los materiales a lo largo de su carrera. Una evolución que discurre desde la temprana ´Concreción’ en piedra de 1950 a los granitos ‘Harri VI’ y ‘Relieve’ de finales de los 90. O la ‘Lurra M-38’ de ese mismo periodo.


Son materiales que aparecen intermitentemente en su producción. Representan en la obra de Chillida la fuerza creativa de la naturaleza. También, un medio expresivo para todas las culturas a lo largo de la historia, según ha relatado Solana.

Dos piezas tempranas de Chillida. EFE/Javier Etxezarreta


El otro elemento de la muestra, el vacío, es «lo más personal» del artista y por el que mostró interés muy pronto. En muchas de sus obras creó espacios interiores. Son huecos de forma geométrica que se abrían a la luz. Daban sentido a una búsqueda que le dirigió también al proyecto fallido de la montaña de Tindaya, en la isla canaria de Fuerteventura.


«El alabastro es lo que hizo que Chillida se reconciliase con la arquitectura (la carrera que abandonó por el arte) y con la luz, como se puede ver en su ‘Estudio homenaje a Kandinsky’ de 1965, y con ‘Mendi huts I’ (montaña vacía), de 1984, que es la pieza que le llevó hasta Tindaya», ha explicado la comisaria.

Cada elemento tiene su propio espacio


Cada elemento tiene su propio espacio en las dos plantas del caserío. Las ‘lurras’ se presentan por primera vez con identidad propia. Son piezas de tierra chamota, que el creador vasco descubrió a mediados de la década de los 70. Es el material más blando que utilizó, aunque es de gran densidad y muy compacto y las piezas más pequeñas pesan alrededor de 30 kilos.


Algunas las trabajó con óxido de cobre, otras con pequeñas incisiones en las que se reconoce claramente a Chillida, como ocurre asimismo con su obra gráfica, de la que se exhiben también algunas obras en papel, cartón y fieltro.

Imagen de un vídeo que se puede ver en la exposición. EFE/Javier Etxezarreta


De este último material es una gran gravitación sin título de 1988 que se sitúa ante la mirada del visitante al acceder al interior del caserío.


Chillida Leku inicia este 2025 tras el año del centenario del nacimiento del escultor, del que los responsables del museo hicieron el pasado 9 de enero un balance muy satisfactorio.


Han recordado que cerca de medio millón de personas participaron en las más de medio centenar de actividades desarrolladas durante 2024 en España y el extranjero. Para Chillida Leku, fue un año especial con más de 85.000 visitantes, la mayor cifra desde su reapertura en 2019.