Kiev (EFE).-Rusia atacó anoche las regiones del sur de Ucrania de Odesa y Mikoláyiv con un total de 19 misiles de crucero dirigidos contra “puertos, muelles, viviendas y empresas”, según informó hoy la Fuerza Aérea ucraniana.
Se trata de la tercera noche consecutiva en la que son atacadas instalaciones portuarias del sur de Ucrania, después de que el lunes Moscú anunciara su retirada del acuerdo del grano, por el que se comprometía a permitir la salida de cereal ucraniano por el Mar Negro y a no atacar infraestructuras relacionadas con la producción y la exportación agrícola.
Anoche “los ocupantes de nuevo han atacado la región sur de Ucrania”, se lee en el parte de la Fuerza Aérea. “Esta vez Odesa y Mikoláyiv han sido los objetivos de los misiles”, añade la nota en relación con esas regiones ucranianas.
El ataque ha provocado un muerto y más de veinte heridos en ambas regiones, donde los misiles han dañado o destruido varios edificios, entre ellos el consulado general de la República Popular China en la ciudad portuaria de Odesa.
Así lo escribió esta mañana en su cuenta de Telegram el representante de la Administración Militar de la región, Oleg Kiper.
El mensaje de Kiper va acompañado de una foto de un edificio histórico con el escudo de China en el frontispicio y de otra imagen de una ventana dañada que sería de esa misma construcción.

Edificio dañado por uno de los ataques de Rusia sobre Odesa.EFE/EPA/Igor Tkachenko
Kiev replica a Moscú y declara objetivo militar los barcos que vayan a puertos rusos
Ucrania considerará a partir de la próxima medianoche objetivos militares todos aquellos barcos que se dirijan a los puertos del Mar Negro de Rusia u ocupados por Rusia, después de que Moscú hiciera lo propio con todas las embarcaciones que navegan hacia puertos ucranianos.
“Al amenazar a las embarcaciones civiles que transporten alimentos desde puertos ucranianos” y “crear una amenaza militar en rutas comerciales”, ha declarado el Ministerio de Defensa ucraniano en un comunicado, “el Kremlin ha convertido el Mar Negro en una zona de peligro sobre todo para los barcos rusos” o que se dirijan a puertos rusos.
El Ministerio de Defensa ha agregado que “la responsabilidad por todos estos riesgos pertenece enteramente” a Moscú.
“A partir de las 00.00 del 21 de julio de 2023, todos los barcos en aguas del Mar Negro que se dirijan a los puertos de la Federación Rusa y a puertos ucranianos situados en territorio de ucrania temporalmente ocupado por Rusia” serán considerados sospechosos de transportar material militar.
La fórmula empleada por Ucrania replica a la que utilizó ayer Rusia para declarar a partir de la pasada madrugada objetivos militares aquellas naves que entren en el Mar Negro y tengan como destino puertos controlados por el Gobierno de Kiev.
Crisis alimentaria
Además de los 19 misiles, Rusia lanzó anoche contra territorio ucraniano 19 drones kamikaze Shahed, 13 de los cuales pudieron ser interceptados por las defensas aéreas ucranianas.
En su habitual discurso nocturno a la nación, el presidente Volodímir Zelenski pidió a los aliados de Ucrania más sistemas antiaéreos para poder proteger sus ciudades y sus puertos, que se han convertido esta semana en nuevo objetivo prioritario de los bombardeos rusos.
El miércoles, misiles rusos destruyeron varios silos en el puerto de Chornomorsk de la región de Odesa, uno de los tres del Mar Negro por los que Ucrania exportaba cereal en virtud del acuerdo que el lunes dio por terminado Rusia.
Unas 60.000 toneladas que debían ser exportadas a China se perdieron como consecuencia del ataque contra el puerto, que sufrió daños que tardarán en repararse alrededor de un año, según la empresa Kernel, propietaria de la infraestructura.
Además, de continuar los ataques rusos contra los puertos, los precios del grano podrían aumentar entre un 30 y un 40 % y el aceite de girasol podría encarecerse hasta un 25 %.
Ucrania denuncia que los ataques rusos a sus puertos y su retirada del acuerdo del grano buscan provocar una crisis alimentaria en África y Asia, que dependen en buena medida del cereal ucraniano, para causar una crisis de refugiados que afecte a los aliados de Kiev en Europa Occidental.