La presidenta del PP de Asturias, Teresa Mallada, durante la rueda de prensa en la que anunció su dimisión. EFE/ J. L. Cereijido.

Mallada dimite como presidenta del PP y seguirá como portavoz parlamentaria

Oviedo (EFE).- La presidenta del PP de Asturias, Teresa Mallada, ha presentado este miércoles su dimisión del cargo cinco semanas después de que el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, le notificase que no sería candidata en las elecciones autonómicas de mayo de 2023.

Mallada, que fue impulsada como candidata autonómica y como presidenta por la dirección nacional que encabezaba Pablo Casado, ya había avanzado entonces que no optaría a la reelección en el congreso regional, aún pendiente de convocar por Génova, que ha fijado como prioridad elegir a su cabeza de lista para las próximas autonómicas.

Designada en octubre de 2020 para el cargo por la Junta Directiva dado que el anterior congreso se remonta a 2017, Mallada, que mantendrá su escaño y seguirá como portavoz en el parlamento autonómico, ha asegurado que da ese paso para que el PP tome la decisión sobre la candidatura “con total autonomía” aunque ha recomendado evitar la bicefalia con la dirección del partido.

En rueda de prensa, en la que ha dado lectura al escrito que ha remitido previamente a los afiliados, la hasta ahora presidenta ha señalado que esta decisión responde “a una solución pactada” con Núñez Feijóo, que ha respaldado su continuidad como portavoz parlamentaria, y que además la incorporará a la dirección en un cargo “acorde” con su formación, que por el momento ha evitado desvelar.

Según Mallada, su decisión dejará sin presidente al PP asturiano durante un tiempo “que será lo más breve posible” en el que su secretario general, Álvaro Queipo, del que se encuentra distanciada, se hará cargo “del día a día” del partido pero sin ejercer como presidente en funciones dado que, ha subrayado, “esa figura no existe” en los estatutos del partido.

“Son dos decisiones distintas, no un cambio de opinión”, ha asegurado respecto al anuncio que realizó el 29 de septiembre de que no optaría a continuar como presidenta, a la vez que ha recomendado que el candidato que sea elegido tenga “posibilidades” reales de gobernar Asturias tras las elecciones autonómicas del próximo mes de mayo.

Experiencia, conocimiento y capacidad

Ello requiere, a su juicio, que tenga “experiencia de gestión, conocimiento de Asturias y capacidad para unir a todos los afiliados” por lo que ha considerado “deseable” evitar la bicefalia entre el cabeza de lista y la Presidencia del partido aunque ha asegurado sentirse confiada “en la capacidad de acierto” de Núñez Feijóo.

No obstante, para Mallada, que asegura no haberse sentido “presionada” para tomar esta decisión y contar con el respaldo del grupo parlamentario para seguir liderándolo, esa bicefalia que rechaza en la dirección del partido y la candidatura no se producirá en el caso de la portavocía parlamentaria que seguirá ocupando y de la persona que dirija interinamente el PP.

Así, ha señalado que en negociación con el Gobierno regional sobre los presupuestos del Principado para 2023 las decisiones las tomará el grupo parlamentario “consultándolo con la dirección autonómica”. “No me voy a exceder de mis competencias”, ha asegurado.

Mallada llegó al liderazgo del PP asturiano después de que Génova, en la etapa de Pablo Casado, la situase como candidata a las elecciones autonómicas de 2019, en las que obtuvo 10 escaños, uno menos que los obtenidos en 2015 por su predecesora y entonces presidenta, Mercedes Fernández, una situación que se resolvió con la renuncia de esta última y su incorporación al Senado.

Esta nueva crisis del PP asturiano se suma a las escisiones de 2011, cuando Francisco Álvarez-Cascos dejó el partido para fundar Foro, y 1998, cuando el único presidente popular del Principado, Sergio Marqués, fue expulsado y creó Unión Renovadora Asturiana.

El pasado verano hubo polémica en el PP asturiano por el encuentro entre Álvarez-Cascos y el segundo de Mallada, Álvaro Queipo, que recibió el respaldo de Génova ante una reunión que también generó reproches en Foro, partido del que Álvarez-Cascos acabó expulsado y que le denunció por un presunto delito continuado de apropiación indebida por el que está pendiente de juicio. EFE

Edición web: Gorka Vega