El Niño de Elche ante "La Piedad", de Luis Morales, en el Museo de Bellas Artes de Asturias. EFE/ J.L. Cereijido

El Niño de Elche, seis voces para seis cuadros del Bellas Artes de Oviedo

Oviedo (EFE).- Seis composiciones de El Niño de Elche acompañarán a lo largo de un mes seis obras del Museo de Bellas Artes para aunar pinturas y música y poder así resituar, reinvertar y ver con otra mirada una parte de la colección de la pinacoteca asturiana.

Hasta el 9 de abril, seis códigos QR situados junto a las seis obras seleccionadas por el cantaor alicantino permitirán escuchar a través del móvil y unos cascos seis composiciones muy diferentes entre sí, que tienen como nexo la caída y muerte sobre la que giran los seis cuadros.

De hecho, “Caer seis voces” ha sido el nombre que Francisco Contreras, El Niño de Elche, decidió poner a este proyecto que forma parte de las propuestas de la Semana Audiovisual Contemporáneo de Asturias (SACO), que por primera vez ha invitado a un artista para, con su mirada, repensar la colección del Bellas Artes.

La Piedad, de Luis Morales; Caída de Faetón, de Rafael Tegeo,; Bodegón de Lastres, de Telesforo Fernández; Después de una huelga, de José Uría y Uría; Víctima de la Fiesta, de Darío Regoyso y Rose, de Luis Fernández, son las seis pinturas escogidas por El Niño de Elche, que ha calificado de “fascinante” la posibilidad que este trabajo le ha dado para sumergirse en la colección de arte de la primera pinacoteca asturiana.

“He hecho una humilde lectura y muy mínima de lo que contiene el museo, y a partir de la primera visita tuve la idea de la caída como hilo conductor para seleccionar distintos cuadros y de distinta época que sirviesen para que el paseo fuese lo más completo posible”, ha señalado durante el recorrido que hoy ha hecho por las instalaciones del Bellas Artes.

Una lectura paralela

Su música, ha añadido, no supone tanto desarrollar narrativamente lo que muestra cada cuadro, sino hacer una lectura paralela o servir de apéndice sobre los que cada pintura puede indicar.

Para el director del museo, Alfonso Palacio, con las voces de El Niño de Elche, estos seis cuadros, el primero de ellos pintado en 1565 y el último justo 400 años después, se ven “resituados, repensados” y permiten que “otras miradas, ojos y paisajes sonores reinventen parte de la colección”.

El director de SACO, Pablo de María, ha añadido que El Niño de Elche ha contado con total libertad para enfrentarse a este reto, que en las cuatro ediciones anteriores se reservaba para músicos relacionados con el ámbito cinematográfico y que en esta ocasión se ha dejado en manos de un artista “que trasciende al sonido y profundiza en esta propuesta”.

“Ha elaborado un discurso musical y sonoro con voces, palabra, texto y mucha emoción, unas piezas profundamente emocionantes porque ayudan a abrirte por dentro a muchas sensaciones”. EFE