Oviedo (EFE).- La Sección Octava de la Audiencia Provincial acoge mañana, miércoles, el juicio contra dos acusados de secuestrar a un vecino de Gijón a cuya familia exigieron un rescate de cinco millones de euros, unos hechos por los que la Fiscalía pide sendas penas de 11 y 13 años de cárcel.
Los hechos ocurrieron el 5 de marzo de 2020, cuando la víctima llegó a la nave de la empresa donde trabajaba, dedicada al alquiler de autocaravanas, en el Polígono de Pervera (Carreño), propiedad de su hermano y fue abordada por dos hombres encapuchados.
Tras cerciorarse de su parentesco con el empresario, los dos hombres, que ahora tienen 54 y 41 años, le conminaron a que les acompañara y, ante su resistencia, según la Fiscalía, le pusieron unas esposas en tobillos y muñecas, le sujetaron los brazos a la espalda y le introdujeron en el maletero de un coche con el que se dirigieron al Polígono de Massanassa, en Valencia.
Según el relato fiscal, por el camino se les unió otro vehículo que realizaba labores de vigilancia y, una vez en Valencia, junto a un tercer encapuchado, dejaron a la víctima sujeta a una escalera por uno de los grilletes que le habían colocado en los tobillos, y que después sustituyeron por una cadena, y allí le mantuvieron permanentemente vigilado por dos de ellos durante cinco días.
Presión de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
Sin embargo, ante la presión de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, le comunicaron que iba a ser liberado, tras numerosas amenazas con matarle a él y a su familia si contaba algo o hablaba con la Policía, lo que provocó en él un temor tan intenso que le llevó a ocultar circunstancias relevantes en su primera declaración prestada ante la Guardia Civil tras ser puesto en libertad.
Tras darle 150 euros para que cogiera un autobús de vuelta a su casa, le pusieron unas bridas en las muñecas y en los tobillos y le introdujeron en un vehículo, en el que se trasladaron cerca de Caudete (Albacete), donde le dejaron en libertad sin lograr el botín por su rescate.
La Fiscalía relata en su escrito que previamente a su liberación, el hermano de la víctima contactó con los secuestradores que le exigieron 5 millones de euros, a entregar en cuatro días si quería volver a verle y le enviaron dos fotografías donde aparecía encadenado en la nave, para que comprobase que estaba en buenas condiciones físicas.
Unos días después le convocaron en un hotel de Las Rozas para entregar el dinero del rescate, cita que no llegó a producirse por haber sido puesto en libertad. EFE