Álvaro Vega I Córdoba, (EFE).- Uno de los ingredientes del salmorejo, el ajo, se ha hecho aliado accidental e involuntario en las aspiraciones del plato más típico cordobés para su declaración como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco al presentar la candidatura en el Parlamento Europeo.
La doble condición de presidente de la Sectorial del Ajo de Asaja y de la Cofradía Gastronómica del Salmorejo cordobés de Miguel del Pino facilitó la difusión de esta propuesta, al coincidir en la capital comunitaria con el eurodiputado andaluz del PP Juan Ignacio Zoido, quien ha servido de introductor en la Eurocámara del plato hecho a base de pan, ajo, sal y aceite de oliva virgen.
En septiembre pasado, Del Pino encabezó una delegación de ajeros que fue a Bruselas a plantear a representantes de las instituciones de la Unión Europea los problemas que afronta el sector, como la entrada de ajos chinos frescos como si fueran congelados para esquivar cupos.
“Estaba en Bruselas con el tema de los ajos”, recuerda Miguel del Pino en una conversación con EFE, “y le expuse a Juan Ignacio Zoido la idea de pedir el apoyo en la candidatura para que el salmorejo cordobés se declare Patrimonio Mundial de la Humanidad”.
Zoido y Aguirre, cofrades de honor
A partir de ahí, el equipo de Zoido en el Parlamento Europeo comenzó a preparar un acto, que ha tenido lugar hace unos días, en el que ha sido investido cofrade de honor junto al presidente del Parlamento de Andalucía, el cordobés Jesús Aguirre, que acudió expresamente a la capital comunitaria en un viaje prácticamente de ida y vuelta para recibir la distinción.
Según el presidente de la Cofradía Gastronómica del Salmorejo cordobés, el acto fue “un éxito”, con una asistencia de unas doscientas personas entre eurodiputados y personal del Parlamento. El objetivo es que “Europa conociera un plato tan bueno, tan barato y tan saludable y solicitar el apoyo para la candidatura”.
En esta reunión participaron Rafael Moreno Rojas, director de la Cátedra de Gastronomía de Andalucía de la Universidad de Córdoba, y el especialista en nutrición Antonio Escribano Zafra para exponer las excelencias del salmorejo sobre la salud.
Para Miguel del Pino, “las dos conferencias demostraron que el salmorejo no solo es barato y simple, sino que quizás es uno de los mejores alimentos que existen en el mundo”.
Consenso y calendario
De la cita, los integrantes de la Cofradía extrajeron la conclusión de que había “consenso en el apoyo y la necesidad de tener un calendario y de redoblar las acciones de promoción”, asegura Del Pino.
“Nos estamos poniendo las pilas para que sea el quinto Patrimonio de la Humanidad de Córdoba” tras la Mezquita, el Casco Histórico, los Patios Cordobeses y Medina Azahara.
Hasta ahora, la Cofradía ha recabado apoyos “escuchando a gente”. La próxima adhesión institucional que se espera, tras la que obtuvo del Ayuntamiento y la Diputación de Córdoba, es la del Parlamento de Andalucía.
“Cuando hemos visto que es factible y que tenemos apoyo bastante, vamos a montar una oficina técnica y vamos a preparar el documento que hay que presentar en la Unesco”, explica su presidente.
En esta tarea esperan contar con el apoyo del Ayuntamiento de Córdoba, cuyo alcalde, José María Bellido (PP), que no pudo acudir a Bruselas, envió un mensaje en vídeo en el que resaltó el trabajo de la Cofradía y dio la bienvenida a los nuevos cofrades de honor, distinción que él mismo ostenta.
Cómo enfocar la candidatura
Ahora queda el arduo camino de saber enfocar la candidatura, algo trascendental para alcanzar la distinción, como bien sabe el regidor, que vivió como teniente de alcalde el final del proceso, dos veces fallido, en el caso de los Patios Cordobeses.
Entonces fue la figura de un esquimal la que dio la clave, una metáfora que sirvió para encarrilar la candidatura hasta entonces fallida y que dio un alto funcionario español de la Unesco: vino a decir que lo que había que hacer era explicar lo que se hacía en los Patios Cordobeses a un esquimal, a alguien que no tenía ni idea de lo que era.
La Cofradía Gastronómica del Salmorejo cordobés tiene dos ejemplos recientes en los que fijarse, el de los ‘pizzaioli’ napolitanos (2017) y la baguete francesa (2022). En ambos casos, junto a la “práctica culinaria”, en el primero, y el “saber artesanal”, en el segundo, la Unesco ha valorado los “estrechos lazos de convivencia con las comunidades locales” del plato italiano y el hecho de que las panaderías sean “un lugar de encuentro del vecindario” en el caso de la barra larga de pan de Francia.
Miguel del Pino cree, por su parte, “con todos mis respetos”, que el salmorejo, además, es la esencia de la dieta mediterránea. EFE
