Daniel Pérez I Málaga, (EFE).- La artista malagueña Vanessa Morata ha creado un universo propio en sus obras inspiradas en su infancia ‘millennial’, donde personajes de dibujos animados y de series conviven con una decoración cuidada en espacios interiores, lo que le ha llevado a exponer en galerías de ciudades como Roma, París o Hong Kong.
Un rápido vistazo a cualquiera de los collages de Morata (Málaga, 1992) evoca el imaginario infantil de varias generaciones.
Doraemon, Goku, Heidi, Las supernenas, Peten Pan o Shin-chan son algunos de esos personajes de la cultura popular que conectan con la infancia y que la autora los sitúa siempre en espacios interiores saturados de muebles de último diseño, generando una reflexión en torno a la nostalgia y al deseo material.
“La memoria es esa casa, la conciencia de cada uno, todo lo que queremos tener, todos los muebles de casa de último diseño que querríamos comprar, junto con esos personajes. Esa nostalgia que nosotros vivimos y que querríamos tener siempre en el momento que fuimos felices”, explica Morata en una entrevista con EFE.
Los inicios como artista
Que a los nueve años dibujara y a los doce ya pintara al óleo deja patente que la vocación de Morata por la pintura le llegó desde una edad muy temprana. Sus padres siempre la apoyaron, animándola a estudiar y formarse en academias primero y más tarde a matricularse en la Escuela de Arte de San Telmo, donde cursó el Bachillerato Artístico.

Posteriormente se graduó en Bellas Artes, con una apuesta decidida para dedicarse al mundo artístico, aunque los inicios no fueron fáciles.
Mientras se formaba en la universidad, compatibilizaba sus estudios con trabajos de cajera en un restaurante, cuidando a niños o de doble de luces -persona que colocan en una posición para ajustar la iluminación de un rodaje- y figurante en series y películas.
“Y eso que soy muy tímida, pero era para sacar dinero y mientras poder pintar y costearme también los lienzos y las pinturas, que son caros”, precisa Vanessa.
Tras unos años dedicada profesionalmente al diseño gráfico, su obra empieza a madurar y las galerías se fijan en sus collages.
Los cuadros se venden y esto, unido a la llegada de su primera hija, hace que tome finalmente la decisión, en 2022, de dedicarse plenamente a la pintura.
Su obra en el extranjero
En la habitación de su casa, transformada en estudio, cuelgan diferentes obras, algunas acabadas que esperan su traslado y otras que necesitan aún los últimos retoques. Algunos polípticos de pequeño tamaño decoran una pared. Sobre el caballete espera un collage de gran tamaño para una próxima feria en Shangái (China) en colaboración con Galería Mayoral.

Vanessa Morata perfila con el pincel varios personajes que aún solo se intuyen por el dibujo previo a lápiz, donde la abeja Maya, el perro Odie de Garfield o los cachorros de la película ‘101 dálmatas’ comparten protagonismo.
Con la otra mano sujeta una tableta donde previamente ha configurado la obra, apoyándose en el uso de herramientas gráficas como Photoshop, y que le sirve de guía para que la pieza se materialice a golpe de capas de óleo, aerógrafo y empastes.
Diferentes técnicas que utiliza para conseguir esos collages pictóricos, que logra con varias materias superpuestas y que generan un relieve acusado en la partes que quiere destacar.
Nueva exposición en Jaén
Repartidas por la estancia aguardan otras ocho piezas que van directas a la muestra titulada ‘Donde todo es posible’. Se trata de una nueva exposición individual que inaugurará en la sala Renace de Baeza (Jaén) a finales de octubre y que se une a una larga lista de proyectos realizados. Con la galería Thinkspace ha expuesto en Glendale (California) y con Andrea Festa Fine Art en Roma.
Su colorida obra ha estado también ya en Hong Kong con la galería Aishonanzuka y en París de la mano de Adda Gallery. Otro de sus hitos fue la selección de una obra, entre más de 3.000 presentadas, para la exposición en la Fundación Carlos de Amberes del 32 Premio de Pintura de BMW en 2018. Para el próximo año ya ha cerrado una muestra individual en Los Ángeles.
Morata aconseja a los jóvenes que desean iniciarse en el mundo del arte “que si les interesa realmente sigan en ello y trabajen mucho”.
“Muchas veces incluso pones todo el esfuerzo del mundo y tu trabajo es bueno y es complicado llegar, pero si siguen yo creo que en algún momento, con 40 años incluso, te puede llegar el momento y hacer de tu obra algo grande”. EFE