Mercedes Martínez I
Córdoba (EFE).- ‘El Nilo es más que un río’ es el título de una exposición en la que se pone de manifiesto su papel como nexo de unión entre los principios básicos de la ecología y como vehículo inspirador de la historia, la arquitectura o la literatura pasada y presente.
El título de la muestra alude al río como eje articulador, remitiendo al egipcio Hassa Fathye, pionero de la arquitectura sostenible, quien afirmaba que “una puerta no es solo una puerta” sino una frontera entre el mundo exterior y el interior.
A través de un cuerpo multidisciplinar de obra que incluye fotografías, cerámicas, dibujos o vídeo, en ocasiones creadas con materiales encontrados y de archivo, su práctica propone nuevas narrativas para hablar de agua, de la invisibilización de las mujeres árabes en la esfera social, de desplazar la mirada antropocéntrica y de la importancia de la recuperación de epistemologías tradicionales.
La muestra, que se encuentra en la sede de la Casa Árabe en Córdoba, se estructura en bloques conceptuales interconectados con los que la artista María Primo navega entre temporalidades que trasladan desde siglos remotos al presente, haciendo uso de una fusión entre ficción y realidad, leyendas y episodios históricos.
Todo ello sirve para construir, según explica Primo en una entrevista con EFE, un relato que pone sobre la mesa “nuestra relación con la naturaleza y las complejas relaciones de interconexión que subyacen a la emergencia ecológica”, indica.
Residencia en Luxor
La muestra surge a raíz de una residencia artística que María Primo hizo en Luxor en octubre de 2021. “Utilicé esa vivencia para poder hablar de temas contemporáneos, en los que llevo tiempo desarrollando mi propio proceso creativo” y, “sobre todo, inspirándome en el Antiguo Egipto”, detalla.
Todos los bloques conceptuales de la muestra están entremezclados e inspirados en el Nilo “que es quien me ha ido contando todas las historias”, asegura la artista.
La idea, tanto de Primo como de la comisaria de la muestra, Blanca de la Torre, no era dividirlo de “una forma rígida” en bloques temáticos, porque, al final, “todo está interconectado, y esa interconexión es uno de los principios básicos de la ecología”.
Explica que, aunque no querían esa separación, porque la idea es que “todos están entrelazados”, sí que se puede afirmar que “hay varios bloques”.
En la exposición se habla “tanto de arquitectura vernácula como de extractivismo, o de repente hay un pequeño guiño sobre esa relación que tenemos con la naturaleza”, afirma.
La ecología, muy presente
Son, en su opinión, “temas contemporáneos relacionados con la ecología” que refleja en cada una de las piezas que conforman la muestra y que en su mayoría son fotografías.
María Primo asegura que habla de todo ello inspirándose “en esa experiencia y en el antiguo Egipto”, en todo lo que me fui encontrando allí.
El primer enfoque va hacia un post antropocentrismo, donde “está el Nilo que nos recibe”, con una fotografía en la que se puede ver el río y en el cauce el reflejo de la vegetación de sus orillas.
Esta obra provoca que “te sitúes como parte de la naturaleza” y, tras ella se ve cómo “los antiguos egipcios ya se representaban a los dioses como animales o los árboles eran sagrados”, a través de una serie de platos de cerámica con dibujos de la autora que incluyen representaciones de dioses del Antiguo Egipto.
Aluden ahí a la coexistencia entre humanos y no humanos y la importancia de los saberes tradicionales.
Esta nueva serie de platos, de fábrica cordobesa, ha sido realizada con arcilla local en la localidad de La Rambla, famosa por la elaboración en barro y arcilla de numerosos objetos, lo más famosos, los botijos.
Los colores de Luxor
Tras la cerámica la muestra se imbuye en la parte dedicada al “extractivismo, que es justo cuando viene Napoleón y cuando comienza esa obsesión por lo exótico” que se pone de manifiesto en la exposición con “unas imágenes de cómo se están extrayendo momias directamente de las faldas de la montaña sagrada, donde están los famosos ladrones de tumbas”.
Y tras ello se encuentra la zona a la mujer, que pone como ejemplo a una de las grandes faraonas, Hatsheput, a quien “se quiso borrar de la historia”. “No es tanto para hablar de la mujer en el mundo árabe, si no para mostrar esa relación de la mujer y la naturaleza con respecto al hombre”.
‘El Nilo es más que un río’ es una muestra que ha cuidado detalles como el color de las paredes que, con un diseño de Diego Lara, son reflejo de los colores de Luxor, del desierto y de la vegetación.
La muestra cuenta con un catálogo elaborado en risografía “para que tuviera el menor impacto posible en el medio ambiente” y se realiza en tamaño de “cuaderno de viaje”, en el que la autora iba apunta lo que se encuentra y que dio como resultado esta exposición. EFE
