EFE/ Celia Agüero Pereda

Un vuelo a los orígenes de la aviación española

Santander (EFE).- Las Naves de Gamazo en Santander acogen hasta febrero la exposición “Volar”, un recorrido por los orígenes de la aviación española y por uno de los avances que más ha contribuido a cambiar el mundo.


“Volar. Los orígenes de la aviación en España”, comisariada por el historiador aeronáutico Ángel Sánchez, pretende recuperar la memoria de los hombres pero también de las mujeres que se convirtieron en pioneros del aire.

Aviación: de deporte arriesgado a fenómeno global

A través de más de 200 piezas, muchas originales de la época y la reproducción a escala real del aeroplano Hedilla Monocoque II, diseñado por el cántabro Salvador Hedilla, se refleja como el avión paso de ser protagonista de un deporte “arriesgado y minoritario a ser un fenómeno global que reescribe el mundo”.

EFE/ Celia Agüero Pereda

“He hecho la exposición que me hubiese gustado a mi ver, con la intención de que la gente salga diciendo he aprendido algo”, ha asegurado el comisario quien ha destacado en la inauguración de este jueves que los viajes por el mundo ya no se conciben sin los aviones, cuando hace 110 años volar era una aventura.

Y ha explicado que la aviación encuentra “su razón de ser” en el transporte de pasajeros, como un fenómeno que transforma y vertebra el territorio por su “gran valor” de unir todos los países del mundo.

Cantabria, pionera del aire

La exposición reúne piezas cedidas por coleccionistas privados y 18 instituciones prestadoras de imágenes como la Agencia EFE, Iberia o la Filmoteca Española.

Además, está vertebrada en siete secciones que muestran desde los objetos cotidianos de la vida a principios del siglo XX y la precariedad de los primeros vuelos, a los inicios sorprendentes de la aviación en Cantabria.

De entre todas las piezas destaca el avión a escala real de Salvador Hedilla, quien realizó su primer vuelo entre Barcelona y Palma de Mallorca a bordo de su avión Monocoque Hedilla II en dos horas y 16 minutos.

Este no es el único guiño a Cantabria, sino que la exposición recupera los primeros vuelos en la región desde 1910 con el año del primer vuelo hasta 1929 cuando el “Oiseau Canari”, el avión Bernard 191GR, despegaría desde la playa estadounidense de Old Orchard, en Maine, intentando alcanzar París pero se queda sin combustible y aterriza en la playa de Oyambre, en Comillas.

Desde la aeronáutica en Cantabria, pasando por la fotografía para el recuerdo, la experiencia de volar, la alfombra roja, viajeros máquinas y aeropuertos hasta las mujeres y la aeronáutica, son las secciones que engloban esta exposición que está producida en su totalidad por la Fundación Enaire.