Varios operarios suben la boya oceanográfica "Augusto González Linares" al buque de investigación oceanográfica y pesquera "Ramón Margalef" para su posterior vuelta al mar, después de casi cuatro años sin funcionar. EFE/Pedro Puente Hoyos.

La boya Augusto González Linares vuelve al mar

Santander (EFE).- La boya Augusto González Linares, del Instituto Español de Oceanografía (IEO), vuelve esta semana al mar Cantábrico tras un año “a la deriva” con el objetivo de seguir aportando datos que ayuden a realizar predicciones meteorológicas o para el sector pesquero.

El buque de investigación oceanográfica y pesquera ‘Ángeles Alvariño’ será el encargado de, previsiblemente este jueves, devolver al mar a esta baliza, que es parte de una red de unos 300 observatorios oceánicos de referencia en todo el mundo.

En una acto con presencia de medios de comunicación, en el que se ha subido la boya a este barco, atracado en el Puerto de Santander, la responsable del IEO, Raquel Somavilla, ha explicado que la falta de la boya se ha suplico estos meses con salidas mensuales al mar para tomar datos, aunque ha reconocido que hay determinados parámetros que no se han podido cubrir.

Somavilla ha explicado a los medios de comunicación que el fondeo de la boya Augusto González Linares se rompió hace un año, dejando la instalación a la deriva, por lo que los trabajos han consistido en la reparación de los cabos, grilletes y la instalación de ruedas de ferrocarril, que sirven de contrapeso para mantener la boya fija.

Estos 1.800 kilogramos de ruedas, que bajarán hasta el fondo del mar, a unas 22 millas de la costa, se unirán a un cabo de 2.800 metros el fondo y la boya, de 800 kilos de peso.

Además, este año ha servido para revisar las comunicaciones internas y “poner a punto” la instalación, que tendrá una revisión cada seis meses.

Imagen de archivo de un día de fuerte oleaje en el Cantábrico. EFE/Pedro Puente Hoyos.

Se busca compañera a la Augusto González Linares

Además, para evitar que se repita esta situación, en la que la puesta a punto de la boya, operativa desde hace quince años, ha “dejado un vacío en la serie temporal”, el IEO trabaja en la construcción de una segunda boya que pueda sustituir a ésta en caso de avería.

La responsable del IEO ha apuntado que tendría un coste aproximado de 100.000 euros, estaría financiada con fondos europeos que ya están asignados al instituto y se buscaría desarrollarla por completo en Cantabria a partir del año que viene.

El objetivo de este centro es tener dos boyas en el Cantábrico para que haya siempre una en el mar cuando se deban hacer labores de mantenimiento o por culpa de temporales haya algún accidente.

La instalación aporta datos “de muy alta calidad” sobre la temperatura, el oleaje o la calidad ambiental del medio que son usados en la práctica por el Puerto de Santander, el sector pesquero o los remolcadores.

También por la Agencia Española de Meteorología (Aemet), que usa estos datos de oleaje, presión atmosférica, humedad y temperaturas para establecer sus modelos de predicción meteorológicos.

El consejero de Pesca, Guillermo Blanco, ha subrayado la importancia de la boya para conocer el estado del mar, la temperatura, prevenir oleajes o conocer el estado biológico del mar.

Y ha recordado que el Gobierno de Cantabria aporta, mediante un convenio, 45.000 euros al IEO para el desarrollo de estas tecnologías, su mantenimiento y su red de investigación, compuesta por 70 profesionales.

Subida de la boya al buque de investigación oceanográfica y pesquera “Ramón Margalef” para su posterior vuelta al mar, después de casi cuatro años sin funcionar. EFE/Pedro Puente Hoyos.