Funeral celebrado, este lunes, en la iglesia parroquial de Polanco por el joven de 21 años que falleció el fin de semana tras una pelea en el apeadero de tren en Boo de Piélagos. EFE/Pedro Puente Hoyos

A prisión dos jóvenes por la muerte de otro en un apeadero

Santander/Polanco (EFE).- Familiares, allegados y vecinos de Polanco han dado este lunes su adiós a Carlos C., de 21 años, fallecido este sábado, supuestamente por los golpes que le dieron dos jóvenes, de 19 y 20 años, que han entrado en prisión.

Esos dos jóvenes fueron detenidos el mismo día de los hechos, que se produjeron en el apeadero de la estación del Boo de Piélagos a primera hora de la mañana del sábado y que provocaron el corte del tráfico ferroviario durante unas horas.

Vista del lugar donde ha fallecido un joven, este sábado, tras una pelea en el apeadero del tren de Boo de Piélagos en Cantabria. EFE/Pedro Puente Hoyos

El auto del Juzgado de Instrucción número 4 de Santander, que decreta prisión provisional, comunicada y sin fianza para los dos jóvenes, señala que ambos serán investigados por un delito de homicidio.

En su resolución, el juez indica que los testigos del suceso pudieron ver como estos jóvenes arrastraron a la víctima “por la fuerza hasta el apeadero de Boo de Piélagos, comenzándole a pegar puñetazos en la zona de la espalda y de los costados, para después llevarle hasta la valla negra de la estación y tirarle al suelo, donde le siguieron propinando patadas por todo el cuerpo, cabeza incluida”.

“Le propinan una patada tan fuerte que acaban por arrojarle a las vías del tren, donde el joven finalmente fallece”, indica el auto de este juez, de guardia, que ha tomado declaración este lunes a los dos detenidos, tras ser trasladados, desde dependencias policiales, a los Juzgados de la Salesas.

Los detenidos, una sola lesión

El juez indica que la única lesión que tiene uno de los investigados se encuentra en los nudillos y “es debido a los golpes que le propinó a la víctima”.

Este magistrado considera que concurren los tres requisitos exigidos por la ley para decretar la prisión sin fianza de ambos jóvenes: una pena superior a los dos años, indicios de la autoría y riesgo de fuga.

En la causa -añade- existen hechos constitutivos de un delito contra la vida, con una pena en abstracto de hasta quince años de prisión, por lo que se supera el requisito de que el delito esté penado con una pena de dos años o más de privación de libertad.

Junto a ello, apunta que existen “bastantes” motivos para atribuir el delito “en términos meramente indiciarios” a los dos investigados ya que, explica, los dos testigos de los hechos vieron como “arrastraban a la víctima por la fuerza”.

“Difícilmente” fue una pelea mutua

El magistrado considera que “difícilmente” se puede hablar de una pelea mutua que acabara en un resultado no esperado, sino en “una agresión concertada de dos personas contra una sola”.

Cuando se llevó a cabo el levantamiento del cadáver todo el andén del apeadero y parte de la vía, en la que cayó la víctima, estaban llenos de sangre, según el juez, que añade que ninguno de los detenidos tiene una sola marca externa que refleje que la víctima les agrediera.

“La agresión es brutal, conjunta, y el fallecido tiene poca, por no decir ninguna, posibilidad de defensa frente a sus dos atacantes”, subraya el magistrado en el auto por el que decreta la prisión para los dos investigados, a los que considera coautores de la agresión.

Solo dos horas después de que el juez haya decretado la prisión para los dos jóvenes investigados por el homicidio de Carlos C., los allegados de este vecino de Polanco, han despedido al joven en un funeral celebrado en la iglesia parroquial de su localidad.

El chico, conocido mucho en el municipio donde residía desde pequeño, ha sido recordado por sus vecinos desde el momento en el que se conoció su fallecimiento, que causó una gran consternación en la localidad, que decretó un día de luto oficial y un minuto de silencio, ayer, domingo, al que asistieron las principales autoridades de la comunidad autónoma.