Toledo (EFE).- El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado ayudas para los apicultores trashumantes, para lo que ha destinado un total de 358.000 euros que van a beneficiar a 340 profesionales, quienes no tendrán que solicitar la ayuda pero sí aceptarla.
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, ha explicado, en una rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, que las ayudas variarán en función del número de colmenas que tenga cada explotación.
El objetivo que se busca con estas ayudas para los apicultores trashumantes, según ha indicado, es garantizar la viabilidad de las explotaciones.
Además, ha adelantado que en los próximos días se mantendrá una reunión con el sector para tratar los problemas específicos y clarificar qué herramientas y medios de trabajo se establecerán en los próximos meses para poder asegurar las producciones y la continuidad de las explotaciones “como elemento vertebrador de actividad socioeconómica, pero también de asentamiento de trabajo y de población en el medio rural”, ha destacado.
2.500 explotaciones apícolas con 212.000 colmenas
En Castilla-La Mancha, el sector apícola está integrado por 2.500 explotaciones, con un total de 212.000 colmenas y 51 industrias que trabajan con la miel, y además, ha recordado, aquí se encuentra la primera denominación de origen que se generó, la de Miel de La Alcarria.
Sin embargo, ha continuado el consejero, en los últimos años se han venido sumando una serie de dificultades que han puesto “en serio riesgo” el sector apícola, que es fundamental para el desarrollo de la actividad en el medio rural y que tiene una serie de condicionantes específicos en la región.
Las tradicionales dificultades que arrastraban por problemas de enfermedades o adversidades climáticas, tanto por exceso como por defecto de agua, sequías e incluso lluvias torrenciales que ponían en riesgo la producción de miel se ven ahora agravadas por las consecuencias de la guerra de Ucrania, ha explicado Martínez Lizán.
Ha añadido que, aunque se ha elevado el número de colmenas en el censo de la región, la producción ha ido a la baja, a lo que hay que sumar otros factores como la exportación de terceros países de mieles a bajos precios.