Cristina García Casado | Salamanca (EFE).- El escritor Bernard Minier, uno de los autores más vendidos en Francia, busca repetir ese éxito en España con “Lucía”, la primera novela negra de una saga protagonizada por una joven teniente de la Guardia Civil que en esta entrega recorre Salamanca, Segovia y el Pirineo de Huesca en busca de un asesino que encola a sus víctimas en composiciones renacentistas.
“Con la Unidad Central Operativa (UOC) de la Guardia Civil puedo mandarla a cualquier sitio de España”, ha adelantado Minier en una entrevista con EFE en la Universidad de Salamanca, escenario principal de su último thriller publicado en español por Salamandra.
Bernard Minier (Béziers, 1960) se explica en perfecto español porque su madre nació en el Alto Aragón, en la provincia de Huesca, y se mudó a Francia con 8 años. Él visita esa zona desde adolescente y la recrea también en “Lucía”.
Escribe “desde siempre”, pero no comenzó a publicar hasta pasados los cuarenta años, cuando pasó de ser funcionario de aduanas a referente y autor superventas de la novela negra francesa.
Bernard Minier: Ni Oxford, ni Cambridge, ni la Sorbonne. Salamanca
Minier se toma con rigor periodístico la ambientación de sus novelas, se informa exhaustivamente y después viaja al lugar que corresponda, ya sea Los Ángeles o Hong Kong o Salamanca.
“Lucía” quería que se desarrollara en “una de las universidades más antiguas y prestigiosas de Europa”, pero de Oxford y Cambridge “ya se habían hecho muchas” novelas.
La Sorbonne de París tampoco le encajaba porque la historia requería que la ciudad fuera más pequeña y mantuviera su aspecto de antaño. “Cuando puse mi mirada en Salamanca, entendí que aquí iba a transcurrir mi novela”, recuerda.
Minier no había visitado nunca la ciudad cuando tomó esa decisión, pero ahora la recorre y la enseña con la pericia de un experto y el apasionamiento del que descubre algo.
“Esta escalera aparece en la novela”, cuenta en referencia a la que conduce a la biblioteca antigua de la Universidad de Salamanca; “Ahí está el paraninfo donde se inaugura el curso académico en la primera escena del libro”, señala a continuación.
En su obra aparecen iconos de Salamanca como la Plaza Mayor y su centenaria universidad, pero a Minier lo que le interesa es el contraste, la complejidad: “En un kilómetro caminando puedes ir del casco antiguo a los edificios modernos del campus, yo quería hacer ese vaivén constante entre lo histórico y lo contemporáneo”.
Profesores y estudiantes de criminología
Minier tuvo un encuentro definitivo para su novela cuando hizo su discreta visita de documentación a la ciudad en julio de 2021: conoció a profesores y estudiantes de criminología sin los que su obra “no sería la misma”.
La persona clave fue Eduardo Fabián Caparrós, profesor de derecho penal de la USAL, y quien le acompaña en su recorrido por los lugares de Salamanca que han quedado retratados para siempre en la novela.
“Cuando descubrí que había un grupo de estudiantes de criminología en la Facultad de Derecho fue maravilloso. Encontré al profesor y a los alumnos, y un laboratorio de criminalística donde hay retratos de delincuentes muy conocidos, huellas dactilares.
Ese es el cuarto que sale en la novela, existe”, indica Minier.
Caparrós describe al escritor francés como “una esponja permanente” porque al ir leyendo la novela se topaba uno a uno con todos los detalles que él y otros compañeros de la USAL le comentaron durante la visita exploratoria.
“No es un paracaidista, sabe mucho de España. Se carga tanto de información que tiene una perspectiva muy completa, a veces los aterrizajes son un poco violentos y no es el caso”, le avala el profesor.
La teniente Lucía Guerrero ya está en las marquesinas de Salamanca y en los carteles de las facultades dispuesta a convertirse en el Martin Servaz español de Minier, el comandante de la exitosa saga que comenzó con la célebre “Bajo el hielo”. EFE
