Valladolid (EFE).- La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable del Pacto Verde, Frans Timmermans, han coincidido hoy en que es necesario elevar la ambición climática para reducir las emisiones y mejorar la calidad del aire, unas condiciones que el año pasado causaron “la muerte de más de 300.000 personas en Europa”.
Ribera y Timmermans han ofrecido una rueda de prensa en la segunda jornada del Consejo informal de ministros de Medioambiente de la Unión Europa que se realiza en Valladolid y donde desde este lunes se discuten temas de biodiversidad y clima, mientras mañana se dedicará a la energía.

La ministra Ribera ha señalado que la próxima Cumbre del Clima en Dubai (COP28) será “la más significativa” después de la de París, y en ella se actualizará la hoja de ruta “para asegurar que los objetivos del Acuerdo de París siguen siendo viables, sin descuidar ningún sector, “facilitando las posibilidades de que todos los Estados parte de la Convención (de Cambio Climático) contribuyan al esfuerzo global, y revisando de qué forma la energía puede seguir contribuyendo a la reducción de emisiones junto con los demás sectores”.
Emisiones y clima
Por eso el Consejo de Valladolid “es una cita importante, es una conversación informal pero afectando y relacionando con todos los aspectos relacionados con el clima” y para ello asiste como invitado a esta reunión el presidente de la COP28, el sultán Ahmed Al Jaber, a quien trasladarán “los propósitos, los objetivos de la Unión Europea”, ha anunciado la ministra.
Ribera ha señalado que a la cita de Valladolid asisten también los ministros de Suiza, Islandia y Noruega, que no son parte de la UE, pero donde tendrán ocasión de “actualizar el estado de negociación, las preocupaciones y las prioridades desde Europa, el continente que sin duda, más en serio más ha hecho y de forma más sistemática en materia climática”.

La ministra para la Transición Ecológica ha insistido que los ministros analizarán la “mejor manera de responder a las necesidades de bienestar y seguridad de nuestros ciudadanos, al progreso, a la viabilidad de nuestros sectores económicos, industriales, haciendo precisamente de la agenda verde y la descarbonización el proyecto de modernización del tejido industrial europeo”.
Haciendo de la adaptación a los efectos del cambio climático, la herramienta más importantes para la seguridad alimentaria y la seguridad hídrica en la UE, sin olvidar al mundo rural, a la agricultura, “que son los primeros afectados directamente” por las terribles sequías por las altas temperaturas, por la desertificación, por la incertidumbre con respecto a la disponibilidad de recursos o los parámetros del tiempo de los fenómenos meteorológicos, ha señalado Ribera.
La ministra ha agradecido a Timmermans por estar presente en España, “un país que conoce bien, que aprecia”.
Timmermans ha coincidido con Ribera al subrayar la importancia de esta cita donde se discutirá la postura conjunta de la UE, un acuerdo al que se ha llegado porque “compartimos una única posición, con una sola voz”, ha asegurado Timmermans, para quien la COP28 en Dubai será un “encuentro esencial”, donde se hablará de lo que se ha hecho y lo que está pendiente por hacer.
Aunque ha reconocido que “no es suficiente con lo que se ha hecho, es necesario hacer mucho más”, según Timmermans, y ha recordado que los mayores emisores, los países del G20 que son responsables del 80 % de las emisiones deben esforzarse para reducir las emisiones a la atmósfera, responsables del calentamiento global.

A la vez, según el representante europeo, los países menos desarrollados y “que emiten menos necesitan más ayudas para afrontar los impactos de la crisis climática, como los del Pacífico que literalmente están en proceso de desaparición”.
Ha recordado que acaba de visitar China para estrechar los compromisos para la lucha climática y donde ha encontrado una respuesta positiva.
Timmermans ha coincidido con Ribera además en que debatirán con el presidente de la COP28 sobre los aspectos para lograr que la cumbre sea exitosa, con “un trabajo constructivo” e intentando unir todas las partes, sin olvidar que lo que se decida en Valladolid tiene que elevar la ambición climática y ser realista con la situación actual de camino a Dubai.
Ha señalado que se tocará además el tema de daños y pérdidas sobre la financiación climática, pero “es optimista sobre las conversaciones”.
En relación a las ciudades sostenibles, Timmermans en un guiño de apoyo a la acción de Ribera de ayer cuando llegó a la reunión en bicicleta, ha señalado que “la política de la bicicleta es una política de familia”, y que “fue admirador del ciclista español Luis Ocaña en su juventud”.
En ese sentido Timmermans ha subrayado que “es necesario mejorar la calidad del aire en Europa, donde cada año mueren prematuramente 300.000 personas”.
Guerra de Ucrania
Teresa Ribera ha señalado que la Unión Europea ha sido capaz de “absorber el shock” de la guerra en Ucrania “de forma muy rápida”, que “acelera una hoja de ruta preestablecida” y que es plenamente compatible con la seguridad climática.
Así lo ha indicado Ribera en una rueda de prensa junto al vicepresidente de la Comisión Europea responsable del Pacto Verde, Frans Timmermans, quien ha llegado a Valladolid para asistir al primer rConsejo informal de ministros de Medioambiente de la Unión Europea, en el marco de la presidencia española del Consejo Europeo.
Estas declaraciones las ha efectuado coincidiendo con el inicio de la Cumbre de la OTAN en Vilna, capital de Lituania, a la que asiste el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, donde se discutirá entre otros temas la entrega de más armamento a Ucrania.
“La seguridad climática es seguridad energética y es también seguridad en términos físicos y tradicionales”, ha asegurado Ribera.
Porque, ha dicho, “el debate en torno a la seguridad hace mucho que abrió el espectro no solo a la tradicional, a la seguridad defensiva en términos militares tradicionales, sino también a las otras amenazas a la seguridad global que están representadas, entre otras cosas, por los impactos del cambio climático”.
Lo que se está viendo en Ucrania “es destrucción de personas, desafío a la soberanía y la voluntad popular, pero también destrucción ambiental, y parte de apoyo y del trabajo con el Gobierno ucraniano consiste precisamente en facilitar desde Europa seguridad energética hasta donde somos capaces, buscar herramientas y vías para invertir en recuperación y recuperación ambiental”.
Ribera ha subrayado la “dimensión importante” del conflicto tras el ataque a la central nuclear de Zaporiyia, a la gran presa que garantizaba el abastecimiento de agua para buena parte del país..
Otro aspecto que en estos momentos se trabajará en el seno de la OTAN “tiene que ver con la actualización estratégica de la hoja de ruta que ya se había venido trabajando en Madrid y que pone el foco -en el modo más eficaz- de garantizar la seguridad de los países aliados de la OTAN y la incorporación de las nuevas amenazas”.
Pero, en estos momentos, desde el punto de vista de la seguridad energética, también dentro de las fronteras europeas, “hemos tenido que encontrar un espacio virtuoso para la UE asegurando el suministro energético, asumiendo que era fundamental hacerlo con solidaridad y flexibilidad sin que eso pueda perturbar la convicción de que lo más rápido y seguro en términos energéticos es descarbonizar la matriz energética y reducir la dependencia de proveedores de materias primas energéticas que en Europa era Rusia en una muy buena parte”.
Mercado eléctrico y descarbonización
La vicepresidenta ha afirmado que es importante tener un acuerdo “lo antes posible” en expedientes legislativos claves para la Unión Europea, entre los cuales figuran la reforma del mercado eléctrico y la descarbonización industrial.
Durante una rueda de prensa con motivo de la reunión informal de ministros europeos de Energía y Medioambiente, que se celebra en Valladolid hasta este miércoles, Ribera ha incidido en que el debate sobre el diseño del mercado eléctrico “no está en la agenda” de la cita, aunque no descarta conversaciones de pasillo, “como cualquier persona que se cruza con otra y habla de los temas que le inquietan y preocupan”.
En su opinión, “es importante” tener un acuerdo “lo antes posible” en dossieres calificados como “relevantes” de cara a la respuesta europea a la crisis y que están incluidos en la agenda de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea.
Entre estos asuntos, ha añadido, se encuentra “qué pasa con las materias primas críticas, qué pasa con la descarbonización de la industria y la competitividad que esto puede dar al tejido industrial europeo”.
De acuerdo con Ribera, la intención es identificar “los dos o tres puntos más importantes, respetando siempre dos premisas fundamentales: garantizar el buen funcionamiento del mercado interior, y asegurar que, hagamos lo que hagamos, sigue siendo compatible con el compromiso de descarbonización”.
En este contexto, ha admitido que “habrá que ver el modo de acomodar algunas preocupaciones nacionales”, y es que “lógicamente pueden ser diferentes porque la trayectoria de lo que aporta cada uno en el ámbito de la energía es de un perfil distinto”.
Edificios ineficientes
Green Building Council España (GBCe) y representantes de la sociedad civil y del sector de la edificación, como Ecodes, Conama, Provivienda, Andimat, Saint-Gobain o Rockwool, entre otros, han urgido este martes en Valladolid a la Unión Europea a aprobar la nueva directiva de eficiencia energética de los edificios.
Con motivo de la reunión informal de ministros europeos de Energía y Medioambiente que se celebra desde este lunes en Valladolid, los reclamantes han solicitado a Europa que la futura normativa “apueste por un entorno construido descarbonizado, resiliente e inclusivo, que no deje a nadie atrás”.
“Ofrecemos todo nuestro apoyo, experiencia y conocimiento a las instituciones europeas durante el proceso de negociación de esa gran oportunidad que supone la directiva, y al Gobierno de España en la implementación de la norma en nuestro país”, sostiene la directora general de GBCe, Dolores Huerta, en una nota de prensa.
De acuerdo con los datos que maneja la asociación, la directiva es la “herramienta clave” para lograr con éxito los objetivos europeos de descarbonización e independencia energética, máxime si se tiene en cuenta el entorno, en el que los edificios suponen el 40 % del consumo energético y el 36 % de las emisiones de gases de efecto invernadero en el Viejo Continente.
Desde GBCe creen que aprobar un texto ambicioso “permite mejorar la eficiencia energética de los edificios, reducir las emisiones y combatir la pobreza energética”, lo que reduciría la vulnerabilidad de las personas ante los precios de la energía, mejoraría las condiciones que influyen en la salud de los ocupantes y apoyaría la recuperación económica y la creación de empleo.
Coincidiendo con la Presidencia del Consejo de la Unión Europea en este segundo semestre, Huerta entiende que España “debe jugar un papel clave para conducir y finalizar de forma rápida y exitosa la negociación de la nueva directiva”.
Emisiones y rehabilitación de viviendas
Y es que, continúa, el país necesita incrementar las intervenciones de rehabilitación de su parque edificado de forma masiva, hasta el punto de que habría que “multiplicar por diez el ritmo anual de rehabilitación de viviendas para cumplir el compromiso de cero emisiones en 2050”.
Actualmente, recuerda GBCe, la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea están negociando herramientas como el edificio de cero emisiones en fase de uso —que marca el estándar que deben lograr todos los edificios en 2050 para lograr la descarbonización total del sector—, las normas mínimas de eficiencia energética y el plan nacional de rehabilitación.
Asimismo, se están definiendo nuevos instrumentos financieros, como el estándar de cartera hipotecaria y el préstamo europeo para la rehabilitación, así como el pasaporte de la rehabilitación y la reconfiguración y armonización de los certificados de eficiencia energética.
La directiva también aborda la descarbonización de la calefacción y refrigeración, y la acción contra la pobreza energética mediante la rehabilitación de los hogares vulnerables que viven en los edificios más ineficientes.
Finalmente, se incluye por primera vez la obligatoriedad de calcular las emisiones de carbono en todo el ciclo de vida de los edificios. EFE