Imagen de archivo de la actriz Anabel Alonso. EFE

Anabel Alonso se pone en la piel de una Celestina muy “humana y vital”

Inés Morencia | Valladolid (EFE).- La actriz Anabel Alonso llega a Olmedo Clásico en la piel de una madre Celestina “humana y vital, disfrutona e independiente, que se gana la vida por sí misma en una época muy difícil”, ha explicado a EFE un día antes de protagonizar el papel estelar en la tragicomedia de Calisto y Melibea.


“Es una superviviente que seduce a todo el mundo para poder cumplir bien con su trabajo”, ha añadido en una entrevista con la Agencia EFE sobre la protagonista del libro de Fernando de Rojas, ambientado en Salamanca y con toda probabilidad, según los estudiosos, imprimido en Burgos en 1499, junto a la catedral.


Esta versión de Eduardo Galán sobre la célebre tragicomedia sitúa el foco en un personaje “que lleva a su terreno a todo el mundo, que tiene humor, es ingeniosa y sabe acoplarse a cada persona, por lo que unas veces es servil, otras melosa, simpática… según convenga”, ha añadido Alonso.

Imagen de la actriz Anabel Alonso en el papel de la madre Celestina. EFE/Jesús Monroy


Debut en Olmedo Clásico


Será la primera vez que esta actriz suba a las tablas de la Corrala del Palacio del Caballero, dentro del penúltimo espectáculo del festival Olmedo Clásico, lo que ha suscitado una gran respuesta por parte del público para asistir, de su mano, a una nueva versión de uno de los mitos universales de la literatura hispana.


Eso implica “una gran ilusión” porque además, por lo que ha podido comprobar en otros festivales como Cáceres o Almagro, “la gente conoce bien los textos clásicos y está más abierta a ver cosas nuevas, porque uno de los aspectos más maravillosos de los clásicos es que nunca cansan y nunca se acaban”.


Anabel Alonso ha señalado que este papel ha sido un regalo y, aunque considera lógico que el público “tenga una idea preconcebida del personaje” y de ella, llega con la intención de “romper con todo” y de “reivindicarse”, de alguna manera, como actriz que puede también interpretar un drama, al margen de su conocida faceta de cómica y humorista.


Una Celestina muy actual


Considera que esta versión de La Celestina “se ha actualizado para que el lenguaje sea muy inteligible” y para hacer reflexionar sobre la figura de esta famosa alcahueta y “romper tópicos”, ya que “no es la causante de nada, sino que hace bien su trabajo y está orgullosa de cómo lo ejerce”, ha precisado.


“Es la única que mantiene su palabra y, aunque a ella la traicionan, no traiciona a nadie, con lo que no es mala. Ella cumple con lo que se le pide: que Calisto y Melibea puedan estar juntos, disfrutar uno del otro, pero no incita a nada. Ellos tienen claro lo que quieren”, ha precisado.


Personalmente, considera que interpretar a este famoso personaje “es un punto de inflexión a título personal”, por lo que nunca estará “suficientemente agradecida” a Eduardo Galán por permitirle abordar este papel, “sobre todo viendo quién lo ha hecho antes como Terele Pávez, Nuria Espert o Irene Gutiérrez Caba, entre otras”, ha enumerado.


Puesto que La Celestina está en el imaginario de todo el mundo “no hay presión respecto a lo que se van a encontrar, aunque luego se les pueda sorprender o no”, y Anabel Alonso afronta el reto con esa profesionalidad y esa empatía que transmite en cada trabajo que hace.


Es una empatía que “ha faltado siempre” y que echa en falta: “ese ponerse en el lugar del otro y tratar de entender por qué ha hecho lo que ha hecho antes de juzgar”, pero confía en que el público de Olmedo Clásico pueda ver a Celestina como lo que es: “una gran profesional que sigue a pie juntillas el carpe diem”.


Libertad de expresión


Conocida sobre todo como humorista, Anabel Alonso tiene claro que se complican las cosas a la hora de hablar de determinados temas, “porque ahora hay miedo de decir algo y que alguien se sienta herido; hay que entender todo en su contexto y no tener la piel tan fina”, ha añadido.


Por eso, defiende al máximo la libertad de expresión, que no duda en aplicar a través de las redes sociales, donde ella se presenta “con su cara y su nombre por delante” para decir lo que piensa y siente, mientras que en muchos casos otros “se escudan en el anonimato para descalificar”.


“Intento, con ironía, explicar lo que siento respecto a diferentes temas sin ser maleducada ni faltona, algo que incluso algunos políticos no cumplen, pero no me crea disgustos porque a la gente que insulta o desprecia no me la tomo en serio ni me merece respeto”, ha proseguido.


Y aunque no sabe dónde está la calle Wallaby 42, en Sidney (Australia) ha indicado que le gustaría ir “y hacerse una foto” algún día para recordar siempre a uno de los personajes que más le ha acercado al público, en este caso, como actriz de doblaje: la afable y bondadosa Dory, en “Buscando a Nemo” y “Buscando a Dory”.


Por ahora, está centrada en esta gira con La Celestina, con la que aún tiene un largo recorrido, y con su papel como Benigna en “Amar es para siempre”, con el que lleva ya muchos años, y que le ha dado “infinidad de alegrías”, por lo que se halla en un momento de “tranquilidad” al saber que “siempre hay personajes por hacer”. EFE