El Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle de Valladolid (TAC) medita sobre la relación entre el ser humano y la naturaleza a través de "Drifted", un espectáculo de la compañía lituana Seiko Dance que ha dedicado al Itsmo de Curlandia, una serie de dunas situadas en la costa de Lituania, declarada Patrimonio de la Humanidad. EFE/ R. García

Seiko Dance medita en el TAC sobre la estéril pugna del hombre contra la naturaleza

Roberto Jiménez | Valladolid, 24 may (EFE).- Que el ser humano no es omnipotente, tampoco la exclusiva medida de todas las cosas, se ha encargado de acreditar la naturaleza desde el principio de los tiempos con ejemplos como el que, desde la escena, ha presentado este viernes la compañía lituana Seiko Dance en el festival TAC de Valladolid.

La delgada línea que divide la catástrofe de la cordial convivencia entre hombre y naturaleza es como el Itsmo de Curlandia: una barra de tierra de un centenar de kilómetros y una anchura de 400 metros en su parte más estrecha, colonizada desde los siglos IX y XI y situada en la costa del Báltico, entre Lituania y Rusia.

Nómadas

Esta lengua, salobre y arenosa, es el escenario que han recreado en Valladolid los bailarines de Seiko Dance sobre el Cerro de las Contiendas -proscenio de refriegas durante la Guerra de la Independencia-, que Agnika Seiko, directora de la compañía, ha transmutado en las dunas movedizas del itsmo, junto a la ciudad de Neringa.

“Esta perfomance, por primera vez en España, está específicamente dedicada a un lugar muy concreto de Lituania, una península de arena que es Patrimonio de la Humanidad”, ha explicado Seiko acerca de “Drifted”, título de un espectáculo de estética minimalista, basado en la danza pero que conjuga diferentes lenguajes artísticos.

Responde la naturaleza

La deforestación y el pastoreo durante el XVII y XVIII, entre otras prácticas incompatibles con la supervivencia del itsmo, levantaron los anclajes de las dunas sujetas durante siglos a las raíces de árboles y vegetación que, al desaparecer, sepultaron poblaciones en un implacable avance sin control.

“El público tiene que aprender”, ha explicado la directora al público de este espectáculo didáctico, como las consejas de los escritores medievales o las moralejas de las poesías de tiempos menos remotos en enciclopedias y aulas escolares de pupitre, tintero y seroja.

Nómadas sin control, a medida que avanzaban las dunas, los pobladores también peregrinaban en una deriva vital, como el título de la obra, abandonando y levantando pueblos en torno a Neringa, una ciudad y entorno que por su extracción conjuga valores apreciados por los numerosos escritores y artistas “de todo el mundo” que lo visitan.

“Al final todos venimos de diferentes culturas y sitos, y todas se pueden aunar”, ha resumido Agnika Seiko a modo de conclusión sobre un lugar habitado hace tres siglos sólo por pescadores, descubiertos por artistas e intelectuales en el XX e invadido por el turismo en una nueve deriva que la Unesco pretende atajar con su protección.

Orquesta aérea

La Plaza Mayor de Valladolid acogerá esta noche el principal espectáculo del 25º Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle (TAC), “Cristal Palace. Bal au claire de lustre”, una bola de araña luminosa que en desde el cielo castellano suspenderá a varios metros de altura a toda una orquesta.

De ello se encarga la compañía francesa Transe Express: un viaje por los ritmos musicales que han definido distintas épocas y territorios: el vals, la polka, can can, swing y rock hasta llegar al tecno, a través de músicos acróbatas.

Todos ellos van perfectamente caricaturizados para ser identificados desde las baldosas de la rectangular Plaza Mayor, una de las más grandes de España, trazada con la ayuda del vallisoletano Felipe II a raíz del desvastador incendio que sufrió en 1561 el centro histórico y medieval.

“Vamos a transformar la Plaza Mayor, a montar un teatro en el aire para combinar danza y música, para invitar a bailar a todo el público”, ha señalado Rémi Allaigre, autor del guión y director de una compañía que con esta ha visitado ya tres veces el TAC. EFE