Barcelona, (EFE). – La ONG dedicada al salvamento de migrantes en el Mediterráneo Proactiva Open Arms cumple este año una década. Con motivo de este aniversario, su director y fundador Oscar Camps (Barcelona, 1963) ha destacado en una entrevista con EFE su satisfacción por haber «transformado la vida de más de 72.000 personas que ahora tienen un futuro».
En una entrevista concedida a EFE a bordo del barco ‘Astral’, atracado en el puerto de Badalona (Barcelona), donde la ONG tiene su sede en tierra, el promotor de este proyecto solidario ha reivindicado la necesidad de «seguir» lanzándose y sumar rescates «a pesar de todo».
Oscar Camps ha recordado que todo empezó en 2015 con «la foto de Aylan», el niño sirio cuyo pequeño cuerpo inerte y boca abajo en la orilla de una playa turca dio la vuelta al mundo. El fundador Open Arms recuerda que esa imagen le impactó «muchísimo».
El socorrista y empresario decidió cambiar su plan de comprarse un velero por invertir esos recursos en viajar a Lesbos (Grecia) junto Gerard Canals y hacer lo que estuviera en su mano para ayudar a los que perdían su vida en el mar.
Los bebés salvados ya han crecido
«La foto de Aylan debería haber sido la última pero cada día muere un niño en el Mediterráneo. Imagínate si no estuviéramos allí y no lo contáramos», afirma Camps, en cuyo móvil se amontonan más de 120 grupos de ‘whatsapp’, uno por misión, llenos de recuerdos agridulces, de vidas salvadas y voluntarios que también vivieron un antes y después de aquella experiencia.
«Me llegan al teléfono fotos de niños que rescatamos siendo bebés y que ahora tienen 7 u 8 años. La verdad que es algo que te da tanta fuerza… Porque tú has visto a ese bebé en esa patera y te das cuenta de que todo ha valido la pena. El esfuerzo, las persecuciones, todo», explica.
Al fin y al cabo, añade el director de Open Arms, «lo más grande que puede hacer una persona es salvarle la vida a otro ser humano».
Echando la vista atrás en estos diez años de lucha por los derechos humanos, Camps lamenta la persecución y criminalización crecientes de su actividad con la llegada de la extrema derecha al gobierno italiano y los acuerdos de Bruselas con países terceros como Libia o Turquía para «externalizar el trabajo sucio» de la inmigración.
«Hacemos lo que hay que hacer»
«Pasamos de ser reconocidos y premiados al principio a ser perseguidos», lamenta Camps, quien sin embargo deja claro que pese a los cambios en el escenario político europeo y mundial, Open Arms seguirá haciendo lo mismo «porque es lo que hay que hacer».
Aún apenado porque «esté calando el mensaje» de que los inmigrantes «invaden» Europa y el ascenso de la extrema derecha, rechaza las ideas derrotista y se muestra convencido de que la empatía es más fuerte que el odio y llama a la movilización y a alzar la voz por los derechos humanos.
«Las redes sociales se han convertido en un pozo de odio. El odio hace mucho ruido y la empatía es más silenciosa. Son pocos los que odian. La vida real es otra cosa. La mayoría de las personas tienen valores, principios y solidaridad», ha apuntado.
Por eso Camps ha añadido que «es hora de dejar de ser silenciosos y combatir esos discursos de rabia de la xenofobia y el racismo».
«La humanidad del ser humano está por encima de las siglas (políticas)», ha dejado claro el «capitán» de Proactiva Open Arms, convencido de que incluso los votantes de extrema derecha, llegado el caso, no serían capaces de no ayudar a alguien que se ahoga en el mar. «Es la peor cara de la política: la hipocresía», ha dicho.

El poder de la sociedad civil
El fundador de Open Arms ha mostrado su esperanza en la movilización de la sociedad civil y los efectos de presión que ejerce en la acción política. A modo de ejemplo recuerda «como se ha visto con las protestas en ‘La Vuelta Cicilista’ o con la flotilla a Gaza, que ha conseguido la protección del ejército por la fuerza de la presión social, ha valorado.
Sobre ese viaje solidario de la flotilla ha dicho confiar en que vuelvan a casa sanos y salvos. «Vamos justos de activistas» en una escena de mayores vulneraciones de derechos y convenios internacionales y mayores bloqueos a las acciones humanitarias», ha explicado.
En la arena internacional, Camps sigue clamando porque la Unión Europea deje de financiar a terceros países para que detengan la llegada de migrantes al continente. El director de Open Arms pide mayor trabajo de cooperación en origen para crear lugares seguros.
«Tenemos que mirar más allá del Mediterráneo» pues, de lo contrario, vaticina, «la gente seguirá huyendo».
Para conmemorar el décimo aniversario de Activa Open Arms, el próximo 29 de septiembre en la Llotja de Mar de Barcelona se celebrará un gran evento que será un acto colectivo de memoria, compromiso y reivindicación, ha adelantado la organización.