Un hombre visita la retrospectiva "Lucian Freud. Nuevas Perspectivas", en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. EFE/ J.J.Guillen

La cara más íntima del pintor Lucian Freud en el Museo Thyssen

Celia Sierra |

Madrid (EFE).- Descarnado, expresivo y autor de algunos de los retratos más evocadores del siglo XX, Lucian Freud desembarca en Madrid con motivo del centenario de su nacimiento con una retrospectiva en la que el Museo Thyssen anima a evitar los capítulos más oscuros de su vida y centrarse en la intimidad de sus retratos.

“Lucian Freud. Nuevas Perspectivas” llega desde la National Gallery de Londres compuesta por medio centenar de obras. Abre sus puertas hasta el 18 de junio.

El pintor inglés, nieto del ilustre fundador del psicoanálisis, fue una celebridad antes que pintor. También marino mercante frustrado, “bon vivant” de la noche londinense y padre de una quincena de hijos reconocidos y, según la leyenda, otros tantos sin reconocer.

Su atípica y ajetreada biografía, ha reconocido hoy Guillermo Solana, director del museo, ha ensombrecido en ocasiones su singular obra. Se hablaba más de sus numerosas parejas, “su atormentada vida privada” o su vida sexual que de su singular pintura.

Un hombre visita la retrospectiva "Lucian Freud. Nuevas Perspectivas", hoy en el Museo Thyssen.
Un hombre visita la retrospectiva “Lucian Freud. Nuevas Perspectivas”, hoy en el Museo Thyssen. EFE/ J.J.Guillen

El museo rehuye este “enfoque sensacionalista” en pos de una muestra que ahonda en su capacidad para retratar la intimidad en sus obras y la conexión con sus modelos.

“¿Qué le pido a la pintura? Le pido que asombre, perturbe, seduzca, convenza”, decía el artista.

Elogio a la lentitud

“Freud es un pintor lento -trabajaba durante meses en cada cuadro- y nosotros deberíamos responder también con una mirada lenta”, ha explicado una de las comisarias de la muestra, Paloma Alarcó, animando a los visitantes a mirar con detenimiento cada detalle de las piezas seleccionadas.

El pintor inglés, de origen alemán, solo retrataba a conocidos -amigos, familiares y personas de su entorno-, y siempre lo hacía en su estudio, un espacio donde reinaba el caos y el desorden, y al que la muestra abre una ventana en una sala de fotografías.

Al principio sus obras son “retratos hieráticos, muy detallados”, y de formato pequeño, pero con los años va apareciendo “una pincelada más suelta y empastada”, que tiene su apogeo en los últimos años de su vida, con cuadros de figuras desnudas de gran formato que en ocasiones “perturban, pero convencen”.

“Quiero que la pintura actúe como si fuera carne”, solía decir el artista.

Una mujer visita la retrospectiva "Lucian Freud. Nuevas Perspectivas", dedicada al pintor británico Lucian Freud en el Museo Thyssen-Bornemisza.
Una mujer visita la retrospectiva “Lucian Freud. Nuevas Perspectivas”, dedicada al pintor británico Lucian Freud en el Museo Thyssen-Bornemisza. EFE/ J.J.Guillen

Pinturas íntimas

La muestra trata de poner de relieve la habilidad del pintor por evocar emociones como el cariño, la amistad o el afecto. En el recorrido, ordenado cronológicamente, se puede ver varios retratos dobles, como el de su amigo Michael Andrews y su mujer June, el de dos de sus hijas, Bella y Esther, o “Dos hombres”, en los que aparece el artista Angus Cook y Cerith Wyn Evans.

También se pueden ver dos retratos del barón Thyssen, varias obras de su segunda mujer, Caroline Blackwood, y retratos de colegas como David Hockney o su ayudante David Dawson (heredero de su legado).

En la muestra también se ha incluido la última obra que pintó Freud, que está inacabada. En ella aparecen su ayudante David Dawson y su perro, un lebrel.

“Le gustaba retratar la relación entre los animales y sus dueños, la relación entre la piel humana y la del animal y cómo se hacia ese contacto”, ha dicho el ayudante del artista, que ha acudido hoy a la inauguración de la muestra en Madrid.

Otros retratos conocidos del pintor son los que hizo a Kate Moss embarazada, a la reina Isabel de Inglaterra -un retrato de pequeño formato y poco elogiado-, o varios de sus autorretratos.

Un hombre visita la retrospectiva "Lucian Freud. Nuevas Perspectivas", en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.
Un hombre visita la retrospectiva “Lucian Freud. Nuevas Perspectivas”, en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. EFE/ J.J.Guillen

El pintor y el barón Thyssen

La relación con el barón fue tan estrecha que el museo tiene tres obras del pintor en su colección, una de ellas un retrato del aristócrata. Francesca Thyssen ha anunciado hoy la donación de un segundo retrato de su padre, que también puede verse en la exposición.

“Mis hijos y yo convivimos con esa obra durante diez años en mi piso de Viena (…) Después de verlo en el contexto de esta exposición he decidido donarlo al museo”, ha dicho la hija del barón, que ha recordado como cuando el precio del pintor se disparó en subastas no se pudo permitir pagar el seguro para tenerlo en casa -un cuadro del pintor alcanzó los 29 millones de dólares en 2017 en subasta-.

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