Zaragoza/Barcelona (EFE).- El Gobierno de Aragón ha asegurado este jueves que han aparecido humedades en las pinturas de Sijena en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), algo que el centro barcelonés ha negado «categóricamente».
El director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Pedro Olloqui, ha denunciado en Zaragoza la «desatención» de las pinturas de Sijena por parte del MNAC, para justificar «la necesidad de acelerar el traslado».
“La desatención de esas pinturas nos lleva a aumentar la urgencia de ese traslado”, ha aseverado el director general, que ha considerado que si el Museo Nacional de Arte de Cataluña «estuviera tan pendiente, como dice», de la conservación de ese conjunto mural, las humedades no se hubieran producido.
El director general ha señalado que la aparición de estas humedades supone “un elemento de preocupación” para el ejecutivo aragonés “respecto a los trabajos de conservación y mantenimiento” aplicados a las pinturas en el MNAC.

Y ha añadido: “Sabemos que las declaraciones que se hacen por parte de esa institución -el MNAC- son de máxima preocupación sobre la conservación de las pinturas, pero es obvio que, si aparecen humedades, podemos concluir que las declaraciones que se realizan no están acompañadas de la minuciosidad de los trabajos que se deberían realizar”.
Además, ha asegurado que el hallazgo de estas manchas “no afecta en absoluto” a la posibilidad de mover las piezas a Sijena, pues las conclusiones del equipo técnico enviado por Aragón para estudiar el estado de estas obras ratifican “su fortaleza” y “que es totalmente posible el traslado de las pinturas sin afecciones”.
“Si las pinturas soportan esas humedades, ¿cómo es posible que se cuestione que las pinturas no pueden soportar el traslado? Obviamente son argumentos contradictorios, pero están sostenidos por la misma entidad”, ha deducido, en referencia al MNAC.
En definitiva, y según Olloqui, “estas humedades son una mala noticia porque, de alguna manera, indican unos malos trabajos de conservación de esas pinturas, pero sí ratifican la fortaleza de esas pinturas, fortaleza que hace posible el traslado”.
Sobre esta cuestión, ha vuelto al argumentar que “la humanidad en estos momentos es capaz de situar en cualquier parte de nuestra galaxia objetos de máxima precisión sin riesgo alguno para los mismos”, mientras se quiere convencer a los aragoneses de que «trasladar unas pinturas unos cientos de kilómetros es imposible».
Humedades “posteriores”
Sobre las manchas aparecidas, el director general ha informado de que “con toda seguridad” las humedades “son posteriores a la instalación de esas pinturas en el soporte actual”.
Al respecto, ha relatado cómo estas pinturas fueron arrancadas por funcionarios de la Generalitat de su soporte de piedra durante la Guerra Civil y cómo fueron colocadas en uno de tela que requiere bastidores de madera para ser expuestas.
“Por tanto, solo es posible que esas humedades se produjesen con posterioridad al arranque de esas pinturas. No hay otra explicación posible”, ha concluido.
Acerca del recorrido de las obras, Olloqui ha indicado que las pinturas, desde que son arrancadas, “tienen una vida atrabiliaria”, con varios préstamos a otros centros y desplazamientos.
De esta forma, ha dicho que lo lógico es pensar que esas humedades son posteriores al emplazamiento actual, pero la trazabilidad de los movimientos de las pinturas en los últimos años les hace ser prudentes sobre el origen exacto hasta completar mas estudios.
En ese sentido, ha añadido que, de no ser posteriores a su emplazamiento actual, tendrían que haber sido detectadas en los movimientos anteriores y, si fueron detectadas y no se produjo el tratamiento necesario, se estaría hablando de «otro tipo de responsabilidad» por parte del MNAC.
El MNAC lo niega «categóricamente»
En declaraciones a EFE, el MNAC ha negado «categóricamente» que haya humedades en la sala 16 del museo que afecten a las pinturas murales y ha precisado que «solo hay manchas de humedad antiguas en el soporte de madera de las pinturas, algo que está perfectamente documentado y de lo que la técnica enviada por el Ejecutivo aragonés estaba informada».
El propio museo encargó recientemente un estudio sobre la situación del soporte de madera que concluye que «está totalmente seco».
El MNAC ha admitido que también hay «pintura desconchada, pero no en la sala 16 ni en las pinturas, sino en la arquitectura original del Palacio Nacional de la Exposición Internacional de 1929, que cuando se trasladaron las pinturas románicas a su enclave actual en los años 90 no se repintaron puesto que la museografía dejaba esa parte oculta a la vista».