La futbolista paraguaya Yanina Servín habla durante una entrevista con EFE en Asunción (Paraguay). EFE/ Nina Osorio

Una futbolista paraguaya prepara reclamo ante la FIFA contra el Atasehir turco

Asunción (EFE).- La futbolista paraguaya Yanina Servín prepara un reclamo ante la FIFA en contra del Atasehir de la Primera División turca, donde jugó desde inicios de febrero, y al que exige el pago de varios meses de salario y responsabiliza de presuntas omisiones que la llevaron a vivir una odisea por su supervivencia en el país transcontinental.

La joven de 20 años llegó a la ciudad de Estambul el pasado 31 de enero luego de que su representante lograra el primer traspaso internacional de su carrera, contó Servín a EFE.

Sin embargo, descubrió que el club no cumpliría con su remuneración mensual, la alimentación estipulada en su contrato, ni su boleto de vuelta a Paraguay.

La organización Futbolistas Asociados de Paraguay (FAP), que asiste jurídicamente a la joven con el reclamo ante la FIFA y la ayudó a retornar al país, informó a EFE de que se encuentran en un “proceso de análisis de las documentaciones y elaboración del reclamo por salarios caídos y demás haberes estipulados vía FIFA”.

Un sueño agridulce

La jugadora firmó un contrato con Atasehir que regía desde el 10 de enero hasta el 25 de mayo, para ser parte de la última etapa de la temporada del torneo local.

Una futbolista paraguaya prepara reclamo ante la FIFA contra el Atasehir turco
Imagen de archivo de la futbolista paraguaya Yanina Servín (d). EFE/Nathalia Aguilar

Servín viajó a Turquía el 31 de enero y al día siguiente empezó a entrenar en el club, tras concluir un contrato con el Cerro Porteño.

“Me di cuenta los primeros días con la comida, que no era lo que decía en el contrato. No cumplían en su totalidad, solo venía una comida al día y de lunes a viernes, nada más”, contó la futbolista.

Relató que compartía la ración de almuerzo con siete jugadoras del equipo: tres africanas, dos brasileñas, una venezolana y una estadounidense.

Otro inconveniente fue el salario, ya que únicamente recibió algo más de la mitad después del primer mes de su incorporación al equipo. Servín afirma que fue todo lo que cobró por haber jugado tres meses.

Agobiada por la situación una vez que terminó la temporada, la centrocampista publicó un video en redes sociales para pedir ayuda.

Fue contactada entonces por la FAP, que le ayudó con la compra de su boleto de regreso. Ella aterrizó el pasado 12 de mayo en el país.

Una realidad

Servín advirtió que su caso no es aislado, ya que son muchas las jugadoras que afrontan abusos y desigualdades en el mundo del fútbol.

“No soy la única, pero soy la única que no se calla”, dijo esta futbolista, quien se unió a Cerro Porteño a los 17 años.

La futbolista paraguaya Yanina Servín habla durante una entrevista con EFE en Asunción (Paraguay). EFE/ Nina Osorio

“Hay que dejar de normalizar que la mujer tenga que pasar malos ratos, que no se le tenga en cuenta o que, por el simple hecho de ser mujer futbolista, no se valore su trabajo y no me remuneren por el tiempo que estuve ahí”, agregó.

Servín, que confía jugar ahora en Paraguay, explicó que las futbolistas en el país perciben un salario mínimo, fijado en 2.680.373 guaraníes (unos 357,22 dólares).

Recuerda que, al comenzar, alternaba el deporte con un trabajo de medio tiempo como repartidora de comida, primero en bicicleta y luego en moto.

Y mientras busca una estabilidad, no abandona su aspiración de comenzar en la universidad, convertirse en nutricionista deportiva y tener una nueva oportunidad de militar en el exterior.