Logotipo de la empresa KPN en La Haya. EPA/Valerie Kuypers

Países Bajos se moviliza por la amenaza de un éxodo de multinacionales estrella

Imane Rachidi |

La Haya (EFE).- Países Bajos busca incentivos para retener a multinacionales estrella como el fabricante de máquinas de chips ASML o de dragado Boskalis, que amenazan con irse por el deterioro del clima de negocios dada la crisis de vivienda, la retórica oficial contra el inglés y la reducción de ventajas fiscales para mano de obra reclutada en el extranjero.

Países Bajos pierde gradualmente su ventaja competitiva en la eurozona y su atractivo para las multinacionales, según advierten informes y empresas, y también el gobierno. Los principales problemas son las dificultades para atraer talento, escasez de viviendas y espacio en la red eléctrica y los planes de reducir el inglés en las universidades.

Empleados de la compañía de telecomunicaciones KPN se disponen a iniciar su jornada laboral en La Haya
Empleados de la compañía de telecomunicaciones KPN se disponen a iniciar su jornada laboral en La Haya. EFE/Valerie Kuypers

El sector empresarial también se queja de recortes en medidas fiscales, como la norma fiscal del 30 %, el descuento impositivo que se ofrece a inmigrantes altamente cualificados que llegan a Países Bajos con una oferta de trabajo durante los primeros años de residencia. El sector empresarial considera que esta regla es necesaria para atraer talento y exige estabilidad en el aspecto fiscal.

La alta tecnología

Una de las más críticas es ASML, la empresa neerlandesa con mayor valor de mercado (unos 362.000 millones de euros), lo que la hace casi tres veces más valiosa que la suma de otras cinco grandes compañías neerlandesas que cotizan en bolsa: la telefónica KPN, los bancos ING y ABN Amro, Heineken y Philips.

ASML ha crecido enormemente en las últimas décadas y quiere seguir haciéndolo, dentro o fuera de Países Bajos. “Preferimos hacerlo aquí, pero si no se puede, lo haremos en otro lugar. Al final, tenemos que entregar a nuestros clientes lo que necesitan. La industria de chips solo va a crecer”, advirtió su director, Peter Wennink, en la televisión pública NOS.

El Gobierno en funciones, que lidera el liberal Mark Rutte, ve que la competencia es fuerte, sobre todo de Asia, y busca formas de satisfacer a empresas como ASML o el fabricante de semiconductores NXP, para que no abandonen el país como hicieron la petrolera Shell y la multinacional Unilever, ahora en Londres.

El problema con ASML es también geopolítico. Estados Unidos presiona a Rutte para que no emita licencias de exportación a China, pero esto es un problema financiero para ASML, que vende esas máquinas a unos 90 millones de euros.

Logo de ABN-AMRO en Amsterdam, Holanda.
Logo de ABN-AMRO en Amsterdam, Holanda. EFE/Rick Nederstigt

Fuentes oficiales filtraron este martes a NOS que el Gobierno ha escuchado las quejas y está finalizando un plan que superará los 1.000 millones de euros en descuentos fiscales e inversiones masivas en infraestructura y viviendas en Eindhoven, conocida como Brainport porque acoge compañías de alta tecnología.

También apostará por expandir la Universidad Tecnológica de Eindhoven (TU/e), como una inversión en una futura fuerza laboral técnica. El plan podría aprobarse este jueves en el Consejo de Ministros.

Personal técnico

Pero no se trata solo de ASML. Otras diez empresas están considerando irse, entre ellas la compañía de dragado Boskalis, otra joya de Países Bajos, que se va a llevar parte de su sede a Abu Dabi, según anunció junto a sus cifras anuales. Logró un beneficio de 604 millones de euros en 2023, un aumento de casi el 150 % en comparación con el año anterior.

Su director ejecutivo, Peter Berdowski, argumentó que la empresa necesita su sucursal en Emiratos porque Países Bajos planea limitar el personal técnico migrante. Boskalis tiene unos 12.000 empleados de 90 nacionalidades distintas. “En Abu Dabi, conseguimos un visado para el personal en semanas. En Países Bajos, tardamos dos años, si es que lo conseguimos”, lamentó.

La partida de Boskalis sería un duro golpe para Países Bajos, tras más de un siglo de lazos. Boskalis ya había amenazada el año pasado con irse por la Ley de Negocios Internacionales Responsables y Sostenibles, que aún no ha sido adoptada, pero establece que las empresas deben asegurarse de que sus actividades en el extranjero no tengan consecuencias negativas para los derechos humanos, laborales y el medio ambiente.

Una vista general del logo de la multinacional de electrónica e iluminación Philips en Amsterdam.
Una vista general del logo de la multinacional de electrónica e iluminación Philips en Amsterdam. EFE/Koen Van Weel

La oficina de investigación del grupo ING alertó en un informe este mes que el nivel de aumento del coste laboral por producto entregado en Países Bajos es uno de los más altos de Europa por primera vez desde la introducción del euro.

“Mientras, países del sur de Europa, cuyos altos salarios y baja productividad han preocupado durante mucho tiempo en el contexto de la UE, han comenzado a ponerse al día”, admitió. Más empresas neerlandesas que las del sur de Europa ven un deterioro en su posición competitiva y el crecimiento de sus exportaciones.