La filósofa África López Souto posa durante la entrevista. EFE/Cabalar

África L. Souto, filósofa: Se enseña la historia de los hombres, no de la humanidad

Feliciano López |

Santiago de Compostela (EFE).- “Las mujeres no somos una minoría, un apéndice o un anexo en los libros de texto; somos más de la mitad de la población, hemos hecho y hacemos historia”, sostiene la filósofa África López Souto en una entrevista con EFE en vísperas del 8M en la que denuncia que “no se enseña la historia de la humanidad, se enseña la historia de los hombres”.

“Cuando se habla de la historia de la humanidad se habla de lo que estaban haciendo los hombres, no de las mujeres, que también estaban allí. Y eso no sale en los libros de texto, ni en los programas ni en los currículums”, asegura López Souto (A Coruña, 1966).

Profesora de Filosofía, escritora y divulgadora, con libros sobre sobre Simone de Beauvoir o Concepción Arenal en su trayectoria, reivindica en su conversación con EFE el papel de las mujeres en todos los ámbitos de la vida, la necesidad de divulgar los referentes y de “normalizar” sus logros y advierte de los peligros de “dar pasos atrás”.

Apuesta “por unir fuerzas, voces, instrumentos y memorias”

La llegada de la pandemia causada por el coronavirus hace ahora tres años, en marzo de 2020, interrumpió la promoción de su última obra hasta la fecha Mulleres que (nos) dan que pensar (Galaxia, 2019), en la que la profesora biografiaba las aportaciones de varias decenas de mujeres a lo largo de la historia en diferentes ámbitos.

En la obra cita a referentes y pioneras en sus disciplinas como Isabel Zendal y Ángeles Alvariño, María Casares o Sofía Casanova; y también a Rosalía de Castro o Emilia Pardo Bazán pasando por otras mujeres anónimas de profesiones mayoritariamente feminizadas.

Profesora de Filosofía desde hace más de treinta años, divulgadora y formadora, se declara parte de las “muchas mujeres” que están “hartas de tejer solas, de sembrar solas”, por lo que apuesta “por unir fuerzas, voces, instrumentos y memorias”.

En este tiempo ha ido colaborando a la formación de miles de adolescentes, en los que constata con “preocupación” y “miedo” los datos de algunos estudios que apuntan al aumento entre los jóvenes de esas edades de la “normalización” de ciertas actitudes, como el control de los dispositivos electrónicos de las parejas.

Unas actitudes que se observan no solo en chicos, sino también en chicas muy jóvenes.

No exentos de retrocesos

Pese a los avances logrados, principalmente normativos, la pandemia ha demostrado que se pueden dar “pasos atrás” y que ninguna sociedad, ni siquiera las más abiertas y avanzadas están exentas de sufrir retrocesos y España no está libre de micromachismos.

“¿Cómo superarlo? ¿Qué hace falta para vivir en una sociedad verdaderamente libre e igualitaria? Esa es la pregunta del millón y tiene que haber muchas respuestas e ir construyendo una para que esté bien hecha”, señala López Souto, que apunta a dos claves.

“Hay que normalizar la igualdad, que esté tan integrada en la sociedad que esté normalizada de verdad; que las mujeres referentes no sean un apéndice, un anexo en los libros de texto. Y falta que sea una lucha de mujeres y de hombres de forma conjunta, no solo de mujeres”, propone.

Advierte de que en los últimos tiempos ha ido calando “el discurso del odio de la ultraderecha”, que no es mayoritario, pero sirve de “parapeto” a jóvenes, influenciables y manipulables, para mostrar sin complejos su visión “sesgada” del mundo.

Optimista aunque los cambios tarden

Según López Souto, los cambios a favor de la igualdad han sido muy grandes, “una revolución durante el siglo XX y el XXI”, pero también “la reacción está siendo más grande” por parte de quienes no están de acuerdo y se sienten “más dolidos y con ganas de contraatacar”.

López Souto insiste en su visión optimista, reflexionada y de largo alcance para destacar que “los cambios tardan” y ejemplifica con su materia docente.

“Soy profesora de Filosofía y la Historia de la Filosofía que damos es la historia de los hombres filósofos. Este año, con la nueva ley, se ha conseguido por primer vez que metan a alguna mujer; se pone alguna mujer del siglo XX… ¡Pero mujeres filósofas hay desde los griegos! (…) ¿Dedicar tiempo a Platón y a Aristóteles? Vale. Pero hay que hablar también de las mujeres que convivieron con ellos y que pese a vivir en una sociedad muy machista hicieron aportaciones al pensamiento. Y en todos los momentos de la Historia y eso no está”, lamenta.

Y eso, añade, pasa en la Literatura, en la Ciencia y en el resto de disciplinas. “Tengo el total convencimiento de que no se enseña la historia de la humanidad, se enseña la historia de los hombres; hay mujeres destacadas en todas las disciplinas y deberían estar incluidas en todos lo apartados, no solamente como anexo o apéndice, sino como lo que son, más de la mitad de la población”, concluye.