Un profesor distribuye el material para las pruebas de la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad, en una imagen de archivo. EFE/David Aguilar

Los profesores españoles, entre los que más ganan de la OCDE en términos relativos

París (EFE).- Los profesores españoles están entre los que tienen los sueldos más altos de la OCDE en términos de poder adquisitivo, aunque también son, sólo por detrás de los griegos y los italianos, los que más han perdido desde la crisis financiera de 2010.

En su informe anual sobre estadísticas de educación publicado este martes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) indica que el sueldo medio de un profesor de educación secundaria superior con 15 años de antigüedad era de 57.758 dólares ajustado al poder adquisitivo (equivalente a 41.197 euros), frente a los 53.456 en el conjunto de los países miembros.

Las remuneraciones más elevadas en 2022, con mucha diferencia, son las de los enseñantes en Luxemburgo, Alemania y Suiza, y España se sitúa en un grupo que viene a continuación, en el que también están México, Dinamarca, Austria, Países Bajos y Estados Unidos, todos ellos por encima de la media.

Los autores del informe comparan los sueldos de los profesores con los de los otros empleos que requieren un nivel de estudios equivalente, una cuestión relevante para evaluar el atractivo de la profesión, y constatan que en la educación los ingresos son generalmente menores en gran parte de los países.

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Un profesor reparte un examen, en una imagen de archivo. EFE/Manuel Bruque.

Entre las excepciones destaca la de Turquía, donde los profesores ganan hasta más del doble que en otros trabajos para personas con estudios superiores.

También están en esa corta lista Colombia, Lituania y España, donde un profesor al comienzo de la carrera puede cobrar un 8 % más que un asalariado y hasta un 54 % más con una antigüedad de al menos 30 años.

La otra cara de la moneda es el poder adquisitivo que han perdido los profesores españoles desde 2010, es decir, cuando la crisis financiera estaba golpeando de lleno a la economía del país.

Entre ese año y 2022, esa pérdida ha sido del 10 %, un bajón sólo superado por los griegos (44 %) y los italianos (11 %), cuando en el conjunto de la OCDE los profesores han tenido una revalorización del 3 %.

Pero cuando se analiza un poco más en detalle se observa que las caídas relativas de los sueldos de los enseñantes españoles se produjeron entre 2010 y 2015 (-14 %), cuando hubo un estancamiento en la OCDE, mientras a partir de 2015 ha habido una recuperación del 3 % en España, que es la mitad de la obtenida en el conjunto de los países miembros.

España gasta menos por alumno que en la media de OCDE

El gasto medio anual por alumno en España, tomando en conjunto desde la educación primaria a la universitaria, es de 11.123 dólares, inferior a la media de 12.647 en la OCDE.

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Un profesor da instrucciones a los alumnos antes del comienzo de las pruebas de Selectividad, en una imagen de archivo. EFE/Fernando Alvarado

Sin embargo, si se examina lo que esas cifras representan en función de la riqueza relativa, España dedica el equivalente del 29 % del producto interior bruto (PIB) per cápita a cada alumno, dos puntos porcentuales más que en el conjunto del bloque de países desarrollados.

Al final, la educación absorbe el 5 % del PIB en España, una décima menos que en la OCDE.

Un 36 % de la población adulta española tiene estudios inferiores a 4º de secundaria

El nivel de formación de la población adulta española ha mejorado durante la última década, sin embargo aún hay un 36 % con estudios inferiores a 4º de secundaria, más del doble que en la Unión Europea, donde el porcentaje llega al 16,5 %.

Así lo refleja el último informe anual “Panorama de la Educación. Indicadores de la OCDE”, publicado hoy martes, que analiza la evolución de los sistemas educativos, su financiación y el impacto de la formación en el mercado de trabajo en sus 38 países miembro y naciones asociadas.

Nivel de formación de la población adulta española, a mejor

En los últimos diez años, el porcentaje de personas adultas que posee los tres primeros cursos de secundaria como máximo nivel de estudios ha decrecido en la mayoría de los países de la OCDE, sobre todo los que partían de una situación menos favorable.

De este manera, en el periodo 2012-2022, el porcentaje de adultos españoles (25-64 años) con estudios inferiores a 4º de ESO, Bachillerato y Ciclos Formativos de Grado Medio ha bajado en 9,5 puntos porcentuales, pasando del 45,3 % al 35,8 %; pero está lejos de la cifra de la OCDE (19,8 %) y es más del doble del de los 25 de la Unión Europea (16,6 %).

Si se compara con la situación en el año 2002, España ha reducido este porcentaje en 22 puntos porcentuales, mientras que la OCDE y la UE25 lo han hecho en 14,2 y 15,3 puntos, respectivamente.

En educación universitaria y FP Superior, España se acerca a las medias de la OCDE y de la Unión: un 41,1 %, levemente por encima de la OCDE (40,4 %) y de la UE25 (37,7 %).

La población con estudios de 4.º de ESO, Bachillerato, Ciclos Formativos de Grado (educación secundaria) presenta las diferencias porcentuales más notables entre España y las medias internacionales.

En ese sentido, en nuestro país solo el 23,1 % tiene como titulación máxima la segunda etapa de educación secundaria (4º de ESO, bachiller y FP Básica y de Grado Medio), mientras que la media de la OCDE alcanza el 40,2 %, llegando al 45,7 % en la UE.

“Estas diferencias se deben a que la mayor parte del alumnado español elige cursar Bachillerato, el cual tiene un propósito claro de preparación para estudios superiores, siendo menos los que optan por una formación profesional de grado medio, explica el Ministerio de Educación.

Sin embargo, matiza, tras varios cursos en los que la tasa bruta de graduados en Bachiller y Ciclos Formativos de Grado Medio apenas variaba, los últimos datos apuntan a un ligero crecimiento que, de consolidarse, podría favorecer un mayor equilibrio en el nivel de educación de la población adulta española.

Relación entre educación y formación y el acceso al mercado laboral

El estudio destaca, por otro lado, que a mayor formación, mayor nivel de empleo y mejores salarios.

En España, superar el nivel educativo de secundaria y realizar una FP de Grado Medio aumenta en un 20% las posibilidades de encontrar empleo para los jóvenes españoles de entre 25 y 34 años.

En el caso de los titulados en FP de Grado Superior, casi el 83% trabaja a los 3 o 4 años de la graduación (una cifra que no se alcanza antes de los 5 años en el caso de los universitarios).

Además, la probabilidad de tener un salario por encima de la media general aumenta con el nivel educativo: las personas con titulaciones superiores ganan en España un 55% más que las que no estudiaron más allá de la segunda etapa de secundaria (principalmente Bachillerato y FP de Grado Medio).

Situación educativa y laboral de los jóvenes entre los 18-24 años

De media, en los países de la OCDE, más de la mitad de las personas jóvenes de esta franja de edad (un 54,2 %) estudia; menos de un tercio (un 31,2 %) no lo está, pero sí se encuentra empleada, y el 14,7 % ni está empleada, ni está en educación o formación.
En España, las proporciones son de un 61,2 %, un 21,6 % y un 17,2 %, respectivamente.

Aunque existe variación entre unos países y otros, en general la mayoría de estos jóvenes que estudian tienden a ser inactivos en el mercado laboral (34 %), mientras que el 18,2 % combinan algún tipo de empleo con los estudios.

En España donde el 61,2 % estudia solo el 9,4 % lo combinan con alguna actividad en el mercado laboral. Los porcentajes superan el 30 % en Alemania, Noruega y Países Bajos.