La nueva líder de Ciudadanos Patricia Guasp (c) interviene durante la clausura de la VI Asamblea del partido en Madrid. EFE/ Victor Lerena

Bal da por zanjada la pelea en Cs y valora la generosidad del nuevo equipo

Madrid (EFE).- El candidato perdedor de las primarias de Cs, Edmundo Bal, ha dado por zanjada “la pelea” con la lista ganadora que apoyaba Inés Arrimadas y ha valorado la “generosidad” del nuevo secretario general, Adrián Vázquez, al integrar a los suyos en el Consejo General.

“Es muy buena señal”, ha dicho. Con estas palabras de agradecimiento, Bal entierra el hacha de guerra, que provocó una ruptura del partido en este proceso para renovar la dirección: “Es un signo bueno hacia la unidad, han sido razonables y generosos, especialmente Adrián Vázquez, que ha abierto la mano”, ha dicho Bal en declaraciones a los periodistas en el marco de la VI Asamblea que se clausura este domingo.

Al cerrar este capítulo de enfrentamiento, ha señalado, se abre un “un buen camino” para que el partido pueda dirigirse “con éxito” a las elecciones municipales y autonómicas de mayo.

Si bien no sabe nada acerca de si seguirá como portavoz adjunto en el parlamentario del Congreso, un papel que probablemente decida mañana la Ejecutiva en su reunión, ha asegurado su compromiso para seguir trabajando de la misma manera que hasta ahora dentro del grupo, decidiendo todo por consenso y ayudándose entre todos, porque tiene claro que el objetivo es obtener “el mejor resultado posible” en los comicios.

También ha insistido en que el acuerdo alcanzado con el nuevo equipo de Cs “es muy razonable” y ha subrayado que ganando con un 53,2 por ciento de los votos en las primarias no es posible que impusieran su criterio al 47 por ciento que suman las dos listas perdedoras, aunque ellos seguirán defendiendo su criterio.

Edmundo Bal, de Ciudadanos, se dirige a medios de comunicación tras la clausura de la VI Asamblea del partido en Madrid. EFE/ Victor Lerena

Cs retoca su logo, mantiene el naranja e incluye el verde

En esta Asamblea, que se celebra en el espacio La Nube de Pastrana, Ciudadanos ha decidido cambiar su marca corporativa.

La formación mantiene sus siglas y el color naranja, pero ahora junto a la Cs que les identifica aparece un semicírculo rayado que hace referencia al Congreso, también en naranja, y todo sobre un fondo verde, los mismos colores de la desaparecida UCD, liderada Por Adolfo Suárez.

Según fuentes del partido , Cs busca reflejar “el valor de cada ciudadano” y también representa “a la soberanía nacional en forma de hemiciclo parlamentario” , y no se sabe si por casualidad, han escogido los colores del partido de Adolfo Suárez, uno de los referentes políticos de Cs en sus inicios.

La paleta de colores se centra en el color naranja que acompaña a Cs desde el origen, combinando con un color verde “que desprende energía y luminosidad”, según el partido.

Lo que Cs pretende con esta renovación de su imagen, apuntan las mismas fuentes, es reivindicar su trayectoria política y proyectarse hacia los éxitos de un futuro en común de mayor optimismo y unión entre los españoles”.

Guasp se estrena en Cs advirtiendo a Feijóo que “ni se venden ni se compran”

La nueva líder de Ciudadanos, Patricia Guasp, ha abierto una nueva etapa en la formación, en medio de un intenso año electoral y con el partido desfondado, advirtiendo de que tiene “una mala noticia para el señor Feijóo y para el señor Sánchez: ‘Nuestros principios ni se venden ni se compran'”.

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La nueva líder de Ciudadanos Patricia Guasp interviene durante la clausura de la VI Asamblea del partido en Madrid, este sábado. EFE/Victor Lerena

Con esta advertencia, dirigida sobre todo al PP, que mantiene una estrategia de captar dirigentes naranjas y hacerse con el poco electorado que les queda, Guasp ha hablado ante la Asamblea General, que se clausura este domingo, empezando por agradecer a Inés Arrimadas su “enorme valentía” por entender el momento tan crítico que atraviesa el partido y dar un paso al lado.

“Te has ganado un lugar para siempre en la historia política de nuestro país”, ha dicho Guasp sobre la líder que consiguió que Cs fuera el partido más votado en Cataluña, en 2017, unas palabras que han emocionado a Arrimadas, poco proclive a mostrar sus sentimientos.

En su discurso no ha habido referencias a Edmundo Bal, más allá de afirmar que en este partido “lo importante es el proyecto y no los sillones” y se ha centrado sobre todo en reivindicar el legado de los naranjas y en lo que “han construido” para España y en dar al tiempo la bienvenida al nuevo Ciudadanos “que no agacha la cabeza, que no pide perdón ni permiso por tener convicciones firmes e innegociables ni por aspirar a transformar el país”.

También ha atacado a izquierda y derecha para cargar contra “un Gobierno nefasto y una oposición negligente” porque no solo hace falta que “salga Sánchez de Moncloa”, también tiene que entrar “la agenda reformista” que promueve Ciudadanos, ha dicho.
Confrontarán por eso con el PSOE que, en su opinión, “ha apostado todo a la política de identidad y han abandonado hasta la lucha de clases” y con la derecha conservadora “a la que el reformismo le produce un rechazo patológico”.

También lo harán “con la derecha identitaria ultra y populista” de Vox, ha avisado Guasp, que tras ganar las primarias ya dejó claro que no habrá ni socios preferentes ni consignas para pactar, si se da la ocasión, tras las municipales y autonómicas de mayo.

Un giro en la estrategia electoral de Cs que enmienda a la que se siguió en 2019 con Albert Rivera, quien decidió que el PP era su prioridad a la hora de llegar a acuerdos y no dudó en conformar gobiernos con el apoyo de los de Santiago Abascal.

Ante el plenario, en el que había unas 500 personas, Guasp se ha comprometido a “dar la vuelta al partido porque hay que darle la vuelta a España”.