Logroño, (EFE).- Los sindicatos UGT y CCOO de La Rioja han convocado este viernes una concentración frente a la patronal de empresarios riojanos, a la que han asistido más de 200 personas, para advertir de que “si no hay negociación, habrá conflicto” por “la negativa de esta entidad a recuperar el acuerdo de negociación colectiva”.
Así lo ha afirmado el secretario general de CCOO de La Rioja, Jorge Ruano, en un encuentro informativo durante esta protesta con motivo de la conmemoración del Día Mundial por el Trabajo Decente, en el que también ha participado el secretario general de UGT en esta región, Jesús Izquierdo.
Ruano ha reclamado “decencia salarial entre todos los trabajadores del mundo, donde están siendo explotados y, desde hace décadas, no dejan de incrementarse las brechas entre los más ricos y los más pobres, y en España esto se traduce en la situación de bloqueo que hay de la negociación colectiva”.
Ha destacado que “hay que recuperar el acuerdo de negociación colectiva que busque una fórmula para repartir los costes de la crisis de los precios en un momento en el que se genera empleo, las empresas están manteniendo sus beneficios y el Producto Interior Bruto (PIB) de España está creciendo”.
Por su parte, Izquierdo ha remarcado que esta concentración por “el trabajo decente” se produce bajo el lema “salario o conflicto” delante de los empresarios, quienes, ha dicho, “son los responsables del bloqueo de la negociación colectiva, es momento de repartir la riqueza que se genera en España y de incrementar los salarios”.
Además, ha lamentado el fallecimiento este viernes de un operario a causa de un accidente mientras trabajaba en Calahorra y ha reclamado “más medios, más formación y más prevención en el ámbito de las empresas”.
En esta concentración, presidida por una gran pancarta en la que se podía leer “Salario o conflicto” rodeada de otras más pequeñas de UGT y CCOO, se ha leído un manifiesto en el que se indica que “la fractura del contrato social como consecuencia de decisiones gubernamentales supone una amenaza para la propia democracia”.
“Las crisis transversales, como el calentamiento global, los conflictos armados y la codicia corporativa, deben convertirse en un punto de inflexión en el que gobiernos e instituciones internacionales asuman que tienen que gobernar en interés de las personas”, consta en este manifiesto.
Por Sergio Jiménez Foronda
