Logroño, (EFE).- Un grupo de alumnos de Formación Profesional del colegio Los Boscos de Logroño, que depende de la orden religiosa de los Salesianos, enviarán en los próximos días media docena de incubadoras básicas a Ucrania, dentro del proyecto “cunas que salvan vidas”.
El curso pasado comenzó este proyecto, presentado este martes en Logroño, en el que colaboran también ocho centros formativos de Navarra, Castilla León, País Vasco, Asturias y Madrid vinculados a Los Salesianos, lo que ha permitido que una docena de estas incubadoras estén ya instaladas en hospitales de países africanos y sudamericanos.
Se trata de “cunas” cerradas, producidas con materiales plásticos y con sensores con los que se garantiza que en su interior un bebé mantiene las condiciones óptimas de temperatura, humedad y luz.
Además, pueden funcionar conectadas tanto a la red eléctrica como a baterías, lo que permite que no dejen de funcionar cuando hay cortes de suministro, como ocurre ahora en Ucrania.
Estos dispositivos fueron ideados por un ingeniero que ofrece las instrucciones para desarrollarlos de forma abierta y las ONGs Medicina Abierta al Mundo y Ayuda a Contenedores han colaborado en su transporte para que lleguen a diferentes lugares del mundo.
“Este es un proyecto solidario, sin más, no tiene más objetivo que ayudar a que sobrevivan bebés y, por eso, ni siquiera queremos que se les llame (a sus dispositivos) incubadoras porque ya hay empresas que se dedican a eso”, y “nos gusta más decir que son cunas climáticas”, ha explicado el coordinador del proyecto en Logroño, Alfredo Jalón, profesor de Fabricación Mecánica.
Sea cual sea el nombre, ha admitido, “el fin es el mismo: ayudar a que no haya tantas muertes de recién nacidos en países del tercer mundo o que están en un conflicto, como Ucrania”.
Por ello, “estas cunas miden los tres principales parámetros que pueden ayudar al bebé: el calor, la humedad y la luz, por los problemas de ictericia que tienen”, ha explicado.
“Una incubadora de cualquier hospital mide decenas de parámetros, pero en este caso lo que prima más es que los dispositivos sean sencillos”, ha detallado.
Para él, la sencillez es necesaria porque, una vez que se fabrican y se prueban, estas cunas se desmontan para su transporte y son reconstruidas en su destino con un manual de instrucciones que han creado también. EFE.