Una bandada de 35 ibis eremitas está a punto de concluir en Cádiz una migración fascinante. EFE/ Waldrappteam Conservation and Research

La fascinante migración de 35 Ibis Eremitas tras sus “madres” humanas

Isabel Laguna |

Cádiz (EFE).- Una bandada de 35 ibis eremitas está a punto de concluir en Cádiz una migración fascinante, siguiendo desde Austria los ultraligeros en los que sus dos “madres” humanas vuelan para enseñarles una ruta que esta especie no hacía desde hace cuatro siglos.

“No conocemos otra experiencia previa. Nos inspiramos en ‘Fly away home’, la película en la que la protagonista vuela con gansos”, cuenta por teléfono a EFE el biólogo Johannes Fritz en el terreno de Jaén en el que los 35 ibis eremitas, y la comitiva de 14 personas que les acompañan, aguardan a que amaine el viento, antes de continuar el vuelo hasta Cádiz.

Ibis Eremitas, una especie que estaba al borde de la extinción

“Ingrid” encontró la nueva ruta migratoria Con Waldrappteam, la organización que dirige para recuperar esta especie que estaba al borde de la extinción y que había desaparecido de Europa hace cuatro siglos, Fritz lleva 15 años enseñando con este sistema a migrar a bandadas.

Lo hacían desde Austria, donde se crían, hasta la Toscana, donde pasaban los inviernos.

Una bandada de 35 ibis eremitas con sus madres humanas
Una bandada de 35 ibis eremitas está a punto de concluir en Cádiz una migración fascinante. EFE/ Waldrappteam Conservation and Research

El problema del cambio climático para la migración

El año pasado “Ingrid”, uno de los ibis, se extravió y llegó por su cuenta a Cártama (Málaga). Y dio así una idea para sortear el problema que el cambio climático estaba imponiendo en la ruta migratoria.

El invierno se retrasa tanto que, para cuando los pájaros llegaban a Los Alpes, ya no tienen allí corrientes térmicas que les ayudasen a pasarlos.

Nueva ruta hasta el sur de España

El viaje de “Ingrid” hizo que Waldrappteam se animara este año a emprender una nueva ruta hasta el sur de España. “No tenemos evidencias de que los ibis hicieran esta ruta de migración cuando vivían en Europa hace 400 años, pero es altamente probable”, cuenta el biólogo.

El desafío se ha triplicado, porque de 800 kilómetros se ha pasado a los 2.200, en un viaje que iniciaron el 21 de agosto y en el que avanzan a una velocidad de 40 kilómetros por hora.

Los ultraligeros biplaza, las “madres humanas” que guían a los Ibis Eremitas

Una bandada de 35 ibis eremitas está a punto de concluir en Cádiz una migración fascinante
Una bandada de 35 ibis eremitas está a punto de concluir en Cádiz una migración fascinante, siguiendo desde Austria los ultraligeros. EFE/ Waldrappteam Conservation and Research

Siguiendo a sus dos madres Con los 35 ibis eremitas vuelan en unos ultraligeros biplaza guiados por pilotos, Helena Wehner y Barbara Steininger, a las que los pájaros siguen con devoción porque las consideran sus “madres”.

Es así porque ellas fueron lo primero que vieron después de nacer y son las que, día tras día, durante los seis meses que tienen, les han alimentado y cuidado. Y entrenado para su primera migración, familiarizándoles por ejemplo con el ruido del ultraligero y con el amarillo que ellas visten.

“El amarillo es para hacerles un poquito más fácil reconocernos. Pero también lo hacen por nuestro comportamiento, por nuestras voces, que asocian a la comida. Llevamos megáfonos y les vamos diciendo ‘come, come’ (venid, venid) que es la llamada con la que son entrenadas. Cuando vuelan muy cerca les motivamos para continuar, les decimos que lo están haciendo muy bien.

La maravillosa experiencia de volar con los Ibis Eremitas

Nosotras sentimos que van pendientes, giran la cabeza, nos hacemos gestos y nos miran a los ojos como para comprobar que van bien”, cuentan a EFE las voluntarias.

“Es maravilloso volar con los pájaros, es increíble sentir su confianza, su amor y la bondad. Realmente es como estar en un mundo diferente, es algo muy especial”, añaden.

Mientras vuelan, abajo en la tierra hay todo un equipo de apoyo. Una parte ejerce de avanzadilla y prepara el “campamento”, con tiendas de campaña y aviarios desmontables, donde descansarán al final de la etapa, y otro los sigue desde otro coche.

Al equipo de tierra se han unido dos ibis eremitas que han sufrido lesiones y viajan en unas cajas especiales.

Proyectos de reintroducción de Ibis Eremitas

En Cádiz les esperan más ibis Cádiz será su destino porque en esta provincia desde el año 2004 se desarrolla un proyecto de reintroducción de ibis eremitas que ha logrado una población de unos 240 ejemplares en la comarca de La Janda, una zona de la que disfrutan y tiene cerca campos de golf.

“Les encantan porque son praderas de hierba corta y muy regados, allí encuentran larvas e insectos para alimentarse, explica Miguel Ángel Quevedo, veterinario del Zoobotánico de Jerez que, junto a la Junta de Andalucía, desarrolla el Proyecto Eremita.
Esta migración supondrá también el primer encuentro entre las dos únicas poblaciones de ibis que viven en Europa.

Ambos proyectos se pusieron en marcha cuando la comunidad internacional decidió actuar al ver que en los 90 sólo quedaba una única población en el mundo, de 250 individuos en Marruecos.

El uso de pesticidas, la caza y la pérdida de zonas de campeo habían llevado a esta especie al borde de la extinción.

Marruecos donó algunos pájaros a zoos europeos que actúan como “pequeñas arcas de Noé” de animales en peligro de extinción y que han servido para que los dos programas de reintroducción puedan ponerse en marcha, explica Quevedo.

Expectación máxima por el encuentro de las dos familias europeas

La expectación por el encuentro de las dos familias europeas es máxima.

Los que vienen de Austria nunca han visto adultos. “Es muy importante que van a ser liberados cerca de adultos, les enseñarán cómo sobrevivir”, cuenta Fritz.

“Estamos muy emocionados. Va a permitir que las genéticas se entrelacen, que aumente su variabilidad y eso les fortalecerá”, añade el veterinario.

Darles la vida que merecen Los 35 que han viajado podrán volver solos a su lugar de origen. “No hace falta enseñarles el camino de vuelta, en su cerebro archivan todo la información. Por instinto, lo que se llama la filopatria, las aves migratorias vuelven al lugar donde han nacido para reproducirse.

Pero harán lo que quieran, yo a Johannes le digo en broma que es muy probable que les guste Cádiz tanto que no vuelvan”, dice el veterinario.

En ese caso se sumarían a la población de Cádiz, que, por las buenas condiciones climáticas, no necesita migrar.

Una vez en Cádiz, a donde llegarán en los próximos días, será el momento de separarse de sus madres.